Uno pensaría que si estás en el lugar 196 de las personas más ricas en el mundo y como persona tienes un valor neto de USD $3.100 millones podrías darte el lujo de dejar de trabajar y comprar un pequeño país para convertirlo en tu pequeño gran SPA personal, pero John Sall, cofundador de SAS prefiere seguir programando.
SAS es una empresa de consultoría, modelos analíticos y todas esas matemágicas que te ayudan a anticipar la demanda y sugiere que vendas tus HD5870 a 400 dólares. Cuando se le pregunto por qué seguía en la empresa si no necesitaba más dinero en una conferencia respondió lo siguiente:
Mi trabajo siempre ha sido ser un desarrollador de software estadístico. He invertido mi vida en ello. Mi valor neto, es completamente vapor, amarrado al valor de una compañía. No es real. No salgo y compro yates u otras cosas extrañas, paso la mayor parte de mi tiempo trabajando.
La verdad es que hay que darle crédito al hombre por mantenerse vigente fuera de la industria bancaria dando soporte a sistemas en COBOL y querer seguir trabajando por amor a su trabajo y no a los billetes. ¿Ustedes se retirarían o seguirían trabajando en lo que hacen?