Sin lugar a dudas, las cosas no han salido nada de bien para los Estados Unidos en Iraq. El apoyo masivo del pueblo estadounidense y la comunidad internacional a favor de esta invasión muy pronto dio paso a fuertes quejas y una baja de popularidad crítica del gobierno de Bush, el cual incluso ha tenido que «pedir disculpas» por algunos acontecimientos que se han dado en ese escenario bélico. Claramente, el gobierno norteamericano, cuya «mala imagen» en forma justificada o injustamente ha crecido de manera exponencial, intenta darle un vuelco a esta situación sin perder el control de ella.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha certificado una nueva arma que será usada contra los insurgentes en Iraq. El «juguete», que costó nada menos que $40 millones de dólares, recibe el nombre de Active Denial System («ADS«) y demoró diez años en desarrollarse. La gracia es que es un arma no letal que dispara ondas «millimeter» (las mismas que les contamos permitían ver a través de la ropa) hacia un objetivo humano determinado.
Los rayos disparados por el ADS constan de longitudes de onda de 3 mm a diferencia de las de 12 cm usadas en un microondas casero. Como resultado de estas longitudes de onda más cortas, el arma no representa un peligro en términos de la radiación y en la mayoría de los casos no implica daños a largo plazo.
Voluntarios humanos (personal militar activo, retirado y en reserva) al ser disparados con el ADS sintieron inmediatamente un inmenso dolor. El haz causa que una persona «sienta que está recibiendo balas» y genera una respuesta casi automática que la lleva a escapar. Como resultado de ello, la Fuerza Aérea indica que el arma tiene lo que se llama el «efecto adiós«, lo cual significa que los individuos se dan vuelta y escapan.
Según un voluntario que recibió disparos del arma,
«Si el rayo te golpea, escaparás de él en forma refleja e inmediata. Seguramente no querrás volver a sentir más esa experiencia.»
Las pruebas concluyeron que muchos de los voluntarios alcanzaban su máxima tolerancia al dolor antes de tres segundos y los que más aguantaron no lo hicieron por más de cinco segundos. Luego de exponerse 10,000 veces al rayo, sólo seis casos reportaron ampollas y sólo un sujeto presentó quemaduras de segundo grado claro que bajo pruebas de laboratorio controladas.
Existen algunas formas de defenderse del arma. De acuerdo a los militares, esta no puede penetrar roca o piedra. Pero incluso si un individuo se cubriera con hojas metálicas o usara ropa protectora metálica, sólo haría falta una pequeña área expuesta de la piel para producir el «efecto adiós«. Las pruebas también demostraron que la ropa húmeda amplificaba el resultado.
De Wired News,
«En un juego de guerra, un equipo de asalto hizo una redada a un edificio. El ADS fue usado para sacar a los civiles del campo de batalla, separando aquellos que los militares llaman «turistas» de los «terroristas». También, el arma fue usada en un escenario tipo «La Caída del Halcón Negro» y en pruebas marítimas en las cuales se usó contra pequeñas embarcaciones. También podría usarse en un campo de batalla. Un juego de guerra usó el ADS como soporte de un asalto, eliminado fuego enemigo y evitando un contrataque.»
Actualmente, el ADS ha sido puesto en Hummers (especie de jeep de combate originario de General Motors), los cuales disparan rayos de dos metros de diámetro con un alcance efectivo de 500 m. Versiones más reducidas del armamento se han probado en vehículos blindados «Stryker» y se están llevando a cabo pruebas para adaptar el arma al escenario aéreo.
Según Diana Lorne, Gerente del Programa «ADS Aéreo«,
«Tecnologías claves para permitir el uso de esta arma en plataformas aéreas tales como el C-130, están siendo desarrolladas por los Laboratorios de Investigación de la Fuerza Aérea.»