La forma en la cual la tecnología ha avanzado en las últimas décadas es abismante. En efecto, nadie hubiese podido suponer, por ejemplo, a inicios de los años ochenta, que en aproximadamente 20 años estaríamos comunicados inalámbricamente tanto en términos de telefonía como de Computadores o estaríamos viendo televisión en dispositivos «ultra» planos y delgados. Y lo anterior es sólo para mencionar algunos casos ya que se podrían gastar hojas enumerando todos los pasos agigantados que la tecnología ha dado en tan poco tiempo. Sin embargo, una cosa es el avance y otra es que estemos preparados para tal. Más aún, la electrónica y la inteligencia artificial están lejos de poder reemplazar al ser humano y no hay nada como el instinto de éste generado por la experiencia y los años de ejercicio en determinadas áreas. Lamentablemente, y relacionado con lo recién indicado, existe una dependencia cada vez mayor, por parte del ser humano, a los avances tecnológicos, lo cual si bien no necesariamente es malo a veces nos hace olvidar que ellos son simplemente productos humanos con todas sus virtudes y defectos y que por lo tanto también pueden funcionar mal o cometer errores, a veces fatales u otras veces «tragi-cómicos«
Difícilmente alguien puede no haber escuchado algo en relación a los GPS. Global Positioning System (GPS) o Sistema de Posicionamiento Global, es un Sistema Global de Navegación por Satélite (o «GNSS«) el cual permite determinar en todo el mundo la posición de un objeto, una persona, un vehículo o una nave, con una precisión hasta de centímetros usando GPS diferencial, aunque lo habitual son unos pocos metros. El sistema fue desarrollado e instalado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, pero se ha abierto paso al usuario común en un sinnúmero de aplicaciones entre las que destacan la posibilidad de viajar con mayor seguridad al tener clara la posición del punto de destino y poder manejar el tiempo restante, las distintas alternativas de caminos a utilizar, etc. En países avanzados, los servicios de utilidad pública los llevan incorporados como una forma de brindar un mejor servicio en el caso de una emergencia.
A pesar de lo útil que un GPS puede ser, siempre es recomendable ir llevando a cabo un chequeo visual y manual y no confiar ciegamente en éste ni en ningún instrumento por bueno que sea. Pese a ésto, una ambulancia británica no siguió este consejo y prácticamente rompió un record mundial. La ambulancia en cuestión lisa y llanamente siguió las indicaciones que un sistema GPS le daba y erró el camino de regreso en nada menos que 320 kilómetros.
Lo más increíble de esta historia, es que la ambulancia en ese momento se encontraba en una emergencia pues trasladaba un paciente del «King George Hospital» en Ilford al «Mascalls Park Hospital» cerca de Brentwood.
Pero si lo anterior ya parece increíble, lo que a continuación les diremos es mucho más aún. En efecto, la separación entre el punto de partida y el de llegada en este caso era de escasos 20 kilómetros, los cuales normalmente pueden ser cubiertos en sólo 30 minutos. La tripulación de la ambulancia creyendo fielmente en el errado GPS demoró 8 horas en llegar al destino.
Afortunadamente, el paciente sobrevivió el largo paseo y según las propias palabras de la Compañía dueña de la ambulancia,
«…el paciente siempre estuvo en una condición muy confortable bajo nuestro cuidado y llegó sin problemas al Mascalls Park Hospital temprano en la tarde.»
Con sucesos como éste uno se pregunta si estamos preparados para la vertiginosa rapidez de los avances tecnológicos.