Un tema relacionado con el fascinante mundo de la electrónica y la computación, el cual generalmente es dejado de lado, es la cantidad de desechos que esta área produce. En efecto, con la rapidez del avance tecnológico con la cual los computadores y otros periféricos se obsoletizan a veces en menos de dos años, los usuarios disponen de los productos viejos y los dejan fuera de su casa como basura para luego olvidarse de ellos. Esto es particularmente cierto en los países llamados «más desarrollados», donde pueden verse verdaderos cementerios de «electrónica obsoleta». Este hecho, es muchas veces «transparente» para el usuario común, pero no por ello deja de representar un problema para el medio ambiente.
Las Naciones Unidas («UN«) acaba de llevar a cabo una conferencia llamada «Conference of The Parties» («Conferencia de las Agrupaciones«) en la cual se discutieron temas que afectan al medio ambiente. El punto principal que se trató fue la denominada «e-waste» o basura electrónica.
Un producto secundario de la tecnología que una vez fue de punta, la e-waste, es básicamente tecnología vieja que se ha vuelto obsoleta y que los consumidores ya no la desean. Televisores antiguos, computadores, teléfonos y otros artefactos electrónicos están siendo movidos a través del mar y «botados» en los llamados «países del tercer mundo» para que las personas allí los usen. Si bien, el concepto de reciclamiento es definitivamente una idea a considerar, Achim Steiner, Vicesecretario General de las Naciones Unidas y Director del Programa del Medio Ambiente («Environment Programme«) de esta entidad, expresó un alto grado de dudas en relación a la e-waste.
Durante su presentación frente a los asistentes a la Conferencia, Steiner indicó,
«Si estas fuesen piezas de equipamiento de segunda mano de buena calidad, esto quizás sería un factor de desarrollo importante.»
Muchas personas considerarían que mandar desechos electrónicos a países del «tercer mundo» es algo positivo para todos, sin embargo Steiner aclaró que eso es erróneo ya que muchos de estos productos funcionan mal o simplemente no funcionan. Según sus propias palabras,
«Pero los expertos locales estiman que entre el 25% al 75% de esos productos incluyen TVs viejos, CPUs y teléfonos que ya no operan y que tampoco pueden arreglarse – en otras palabras, e-waste es una forma elegante de decir desechar basura de consumidores y Compañías de países desarrollados a un basurero en Africa.«
La Conferencia concluyó que los fabricantes debiesen empezar a buscar verdaderas formas de reciclar equipamiento electrónico usado o que ya no funciona. Nokia por ejemplo, anunció teléfonos reciclables a principios de año. Estos teléfonos serían llevados a lugares especializados donde una cantidad de calor específico se les aplicaría lo cual haría que el dispositivo automáticamente se desarmara. Este tipo de diseños ayudan mucho a los fabricantes a reciclar antiguos productos y volver a usarlos para otros fines. Países en vías de desarrollo, en los cuales el avance tecnológico se mueve «más lento», se beneficiarían enormemente de propuestas como la de Nokia.
Cerca del final de su disertación, Steiner indicó que China era un país líder en relación al término de «economía circular«, donde nada era desechado. Una economía circular es un concepto donde un producto es una materia prima para otro. Y ese producto puede ser cualquier cosa, desde una computador de bolsillo hasta un sistema para calefaccionar un hogar.
De acuerdo a un estudio de la UNEP («United Nations Environment Programme» o «Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas«),
«Ciertos progresos en el área de la electrónica están siendo llevados a cabo y yo felicito al Basel Secretariat [Basel Secretariat Convention, programa del medio ambiente de las Naciones Unidas] y a los miembros responsables de la industria que conforman el Mobile Phone Partnership Initiative [sección de la Convención Basel Secretariat compuesta por diez Compañías líderes de la industria de la telefonía que buscan apoyar alternativas de reciclamiento y armonía con el medio ambiente para sus productos.]. Existen muchas cosas que pueden hacerse como confeccionar esquemas para volver atrás productos finales, proyectos de reciclamiento y certificación de las exportaciones que demuestren que los equipos funcionan.»
Cualquiera sea el caso, la e-waste ha crecido y la preocupación internacional por ella es grande. Es una realidad que los basurales están creciendo con desechos electrónicos y más productos son fabricados todos los días. Al mismo tiempo, una tremenda cantidad de productos están siendo «tirados» por los consumidores – y muchos de ellos todavía pueden utilizarse.