Muchas veces les hemos contado de los esfuerzos por parte de los ejércitos más importantes del mundo, por lograr incorporar en el campo de batalla equipos y maquinarias radio controladas que hagan las veces de soldados, protegiendo así la vida de las personas. Sin ir más lejos, hay muchos ejemplos de aviones o blindados no tripulados o simplemente de especies de robots, los cuales actualmente recorren el campo de batalla armados y listos para detectar fuego enemigo y entrar en combate. Todo esto es muy beneficioso, aunque la pregunta obvia que asalta es qué pasa cuando estos dispositivos fallan. Pues bien, de eso se trata esta noticia.
Un problema de Software en un cañón «robótico» resultó en la muerte de nueve soldados y otros once heridos en África del Sur.
El brigadier general de
De acuerdo a The Star, el Oerlikon GDF-005 se trabó antes que hubiese una explosión. Luego de ello, abrió fuego de manera incontrolada, matando e hiriendo a los soldados.
El arma anti-aérea está diseñada para usar radar pasivo y activo, como también localizadores de distancia para la designación de objetivos mediante láser y así fijar aviones que vuelan a baja altura, helicópteros, vehículos aéreos no tripulados y misiles, todo ellos de alta velocidad.
El Computador que se encuentra a bordo de la máquina, alimenta la información de designación de objetivos a la unidad de control de fuego, y la recarga cuando la munición se acaba.
The Star indicó que una oficial de artillería arriesgó su vida en un acto desesperado para poder salvar la de los miembros que estaban bajo fuego. Sin embargo, ella fue incapaz de detener el arma ha medida que estar lanzaba ráfagas de balas de cañón de 35mm y 0.5kg, a lo largo de las cinco posiciones en que puede ubicarse el dispositivo.
Todo lo que los soldados pudieron hacer fue esperar que el arma vaciara todas sus municiones para luego comprobar el desastre.