Luego de estar muchos años durmiendo en el Congreso de Chile, se aprobó por 25 votos a favor y 1 abstención la ley que regula la venta de videojuegos en Chile. Obligando a las compañías fabricantes de videojuegos a rotular todas las carátulas con una advertencia acerca de la clasificación de edad recomendada para el juego, con la finalidad de especificar el mercado al cual se venderá finalmente el producto.
Esta ley se encuentra actualmente en vías de despacho a la Cámara de Diputados, en la cual si es aprobada, pasaría a la aprobación final del Presidente de la república. Entre los deberes y obligaciones que tendrán son:
- Los fabricantes o importadores de videojuegos deberán colocar en los envases en que comercialicen dichos productos leyendas que señalen claramente el nivel de violencia contenida o valor educativo presentes. Dicha advertencia deberá ocupar, a lo menos, el 25% del espacio de ambas caras del envase o envoltorio del videojuego respectivo.
- Sólo podrán vender y arrendar videojuegos que fueren calificados como juego con contenido “sólo para mayores de 18 años”, a quienes acrediten cumplir con tal requisito, debiendo exigir en cada venta o arriendo la cédula de identidad respectiva.
- Se clasificarán en aptos para “mayores de 3 años”, “mayores de 7 años”, “mayores de 12 años”, “mayores de 16 años” y “mayores de 18 años”, ésta labor quedaría a cargo de Consejo de Calificación Cinematográfica, en el caso de que los juegos vengan sin calificación.
Me parece extraño que en Chile, enorgulleciéndonos de ser un país perteneciente a la OCDE, no utilicemos las normas que ya utilizan en norteamericana con la ESRB o la norma que utilizan en Europa con el PEGI; en vez de andar poniendo rótulos como a los cigarrillos que abarquen espacio de la caratula del juego.
Fuente | Senado de Chile