La piratería, sin duda alguna, es combatida activamente por muchas Instituciones, Empresas y autoridades gubernamentales. Resumiéndolo en pocas palabras, uno puede esgrimir una serie de justificaciones para explicarla, pero lo cierto es que eso no tiene nada que ver con el hecho que simplemente es un robo, penado y perseguido por la justicia. Sin embargo, a veces, las sentencias son un poco «extrañas», por decir lo menos, o conllevan a situaciones casi «tragi-cómicas» tal y como se los pasamos a contar en esta «historia de fin de semana«.
Una corte, acaba de ordenar a un pirata, orgulloso usuario de Linux, el dejar su Sistema Operativo favorito e instalar en vez de éste, Microsoft Windows.
Scout McCausland, ex – administrador de Elite Torrents, fue declarado culpable de dos cargos,
«Conspiración para infringir derechos de autor e infracción criminal de derechos de autor.»
La sentencia? Bueno, cinco meses en prisión y otros cinco confinado en su hogar.
Hasta ahora, «todo bien». Sin embargo, lo que vino después, era mucha peor sentencia, para el protagonista de esta historia, que aquella ya indicada. En efecto, se ordenó que su conexión a Internet fuese monitoreada por el Gobierno de los Estados Unidos, para asegurarse que él no cometiese más actos de piratería.
Desafortunadamente, el Gobierno de USA sólo cuenta con Software de monitoreo que es compatible con Windows, luego, a McCausland se le obligó a dejar de lado su «amado» Linux y volverse un «entusiasta de Windows«.
El crimen de McCausland fue subir una copia de «Star Wars: Episode III» a Internet, horas antes de su lanzamiento oficial en los cines.
El «pirata«, luego de la sentencia, se contactó de inmediato con su abogado haciéndole ver lo humillante, cruel e inusual del castigo. Además, él indicó que no le importaba el ser monitoreado, pero cambiar a Windows, implicaba tener que comprar varios Softwares costosos y actualmente, se encontraba desempleado.
Por algo dicen que el «crimen nunca paga…«