La Canadian Recording Industry Association (CRIA), hermana de la RIAA (USA) y prima lejana de la SCD (Chile), está en el ojo del huracán el día de hoy, ya que se encuentran demandados por 6 mil millones de dólares por infringir derechos de autor.
Después de sobarte los ojos, peñiscarte un brazo y su par de cachetadas, te lo vuelvo a repetir: A la CRIA le estan dando un cucharada de su propia medicina.
Desde los años 80s que la legislación presionada por la misma industria musical exige que cualquier uso de un «producto», o como algunos insisten en continuar llamando obra artística, debe contar con la autorización expresa de sus autores. Esto para controlar mejor los usos y cobrar más fácilmente.
Pero… cuando las mismas casas discográficas comenzaron a producir discos compilatorios con lo mejor de… o el especial de navidad…. o para el día del hijo adoptivo.. etc, no pidieron los permisos a los artistas. Sólo se contentaron con anotar en un Post-It amarillo una lista de «a los que les debemos».
Pero pronto, con el correr de los años, esa lista se fue engrosando, hasta que ya no entró en un pequeño papelillo amarillo sino que ocupa todo un cuaderno universitario. Bueno el punto es que los artistas cansados de esperar que se les pagara, hicieron una demanda colectiva bajo la misma lógica que usan todos estos mafiosos para demandar a los pobres usuarios que por error bajan contenido protegido. Por cada tema en que se infringe la ley, van a pedir una compensación de 20.000 dólares. Considerando que son alrededor de 300.000 canciones que han sido usadas sin consentimiento, van a tener que empezar a juntar los vueltos del pan.
Bueno, como dice He-Man: el mal nunca triunfa y la pelota ya esta en juego, así que ahora le va a tocar a cada una de estas casas discográficas que se han aprovechado de los artistas para ganar cantidades astronómicas de dinero.
Fuente: The Star.com