La PRS -equivalente a la SCD en Chile y socios de la RIAA- ha vuelto a dejar en ridículo a las organizaciones pro copyright al demandar a una mujer por cantar mientras trabajaba.
La increíble historia comenzó cuando el supermercado A&T recibió una carta de la PRS indicando que debían dejar de tocar la radio por los parlantes del local a sus clientes a menos que pagaran las regalías por las reproducciones públicas. El supermercado decidió dejar de poner la radio y Sandra Burt, una trabajadora de 56 años del local, decidió comenzar a cantar mientras hacía su trabajo reponiendo víveres y arreglando estantes.
Eventualmente la PRS volvió a amenazar, pero esta vez contra la señora Burt indicándole que podía enfrentar multas por miles de libras si no dejaba de cantar. Burt se negó y la PRS interpuso una demanda en su contra, la cual retiraron inmediatamente cuando el caso llegó a los medios de comunicación y le mandaron un ramo de flores con una tarjeta de disculpas por el «gran error» que cometieron.
Aunque el caso suena de lo más chistoso es imposible pensar hasta dónde están dispuestos a llegar todos los organismos pro copyright para sacarnos el último peso del bolsillo. Se imaginan si llegara George Lucas a demandarlos por jugar a ser «jedis» con un sable de luz o si se los llevan presos por tener la música del iPod muy fuerte?