El día de ayer finalmente salté a la «modernidad» e hice un upgrade de router por un modelo con WiFi para un segundo equipo en mi casa, por lo que se me vinieron todos los dilemas éticos, morales y demases sobre si debiera mantener la red abierta o cerrada.
Personalmente creo que tener la red WiFi abierta es como encontrar un oasis en el desierto para muchas personas, sobre todo quienes necesitan revisar el correo urgente o están haciendo la hora, incluso he sido yo quien ha estado en esa situación. Los motivos que -hasta ahora- me tienen alejado de abrir mi conexión es principalmente un vecino que se cuelga todo el día de las redes abiertas con mil quinientos bollones de p2p abiertos, videos en youtube y otras aplicaciones que me comerían todo el ancho de banda.
Otro riesgo es la posibilidad de que se cometan ilícitos utilizando mi conexión abierta y luego llegue la PDI (Policía de Investigaciones) a confiscarme los equipos por pederasta, «hacker», bullie o la sensación digital del momento. Si bien se supone que alguien hizo mal uso de mi red y yo no fuí quien cometió el delito, ya he presenciado como confiscan equipos en cibercafés cercanos debido a pedófilos y similares teniendo la «evidencia» durante suficiente tiempo para que se convierta en una pieza de museo.
Ahora bien, cualquier persona con dos dedos de frente y un mínimo de iniciativa puede leer para abrir parte de su red, implementar QoS o dar una velocidad muy pequeña que sirva únicamente para revisar el correo de manera urgente o conectarse a MSN y nada más. Ser simplemente un pequeño oasis en el desierto y no un paraíso tropical con suficiente ancho de banda como para descargar el Internet dos veces. El problema es ese, el Chileno es extremadamente flojo y las únicas opciones son las redes abiertas o cerradas totalmente. Ni siquiera yo me he dado el tiempo para familiarizarme con el firmware de mi router para ver qué es lo que puedo y lo que no puedo hacer para mantener mi derecho a ver lo último de redyoutube sin demoras y darle una opción a los viajeros que pasen por acá.
Claro, es bastante divertido salir un día con el notebook a «sniffear» paquetes y ver si obtienes las fotos privadas de tu vecina ahora que jotemático fué botado, pero ¿cuánto durarán los años de bonanza del Internet gratuito? Si bien cada día los «hotspots» gratuitos aumentan, los servicios comebanda son bloqueados para asegurarle una navegación decente a todos sus usuarios, y la conciencia sobre la seguridad digital aumenta cada vez más, esto no puede mantenerse así para siempre.
Personalmente me veo en el futuro distante contándole a mis nietos sobre las maldades que hacíamos al meternos a redes abiertas o cómo era de lo más común que los hackers se entretuvieran rompiendo la superseguridad de las redes WEP y cómo no arriesgabas penas del infierno por hacerlo. En cierta medida estamos viviendo toda esa época de abusos y lujos que se dieron durante la revolución industrial, pero en esta oportunidad es el Internet y la serie de tubos que lo forman.