Desde hace un tiempo estamos viviendo toda una revolución en lo que a contenidos multimedia se refiere con el impulso de las tecnologías de alta definición, Blu-Ray, 1080p y audio de más de 9000.1 canales, ¿Pero qué pasa con los formatos de audio portátiles?
El MPEG-1 Audio Layer 3 -o MP3 para los amigos- es el formato de audio más famoso reconocido por el público debido a su amplia masificación debido a las licencias a costo$0 que entregaban los dueños de la patente del formato de audio para masificarlo entre el pueblo. Pasaron los años, empezamos a desarrollar nuevas tecnologías y nos dimos cuenta que el formato MP3 si bien fué revolucionario en su época, para los estándares de hoy en día es una basura debido a su baja calidad y grandes tamaños, por lo que los audiófilos del mundo comenzaron a buscar nuevas alternativas.
La batalla se dió por dos lados. Por una parte estaban quienes buscaban un formato de audio sin pérdida que les permitiera percibir la música en su calidad más pura, por lo que llegaron a FLAC, el Free Losless Audio Codec, un códec abierto, libre de regalías y que cualquier persona puede implementar como quiera. Ampliamente utilizado en el segmento high-end de los reproductores de audio es la solución perfecta al problema de calidad que MP3 presentaba, pero un CD compreso en FLAC pesa fácilmente 350MB, lo que sigue siendo demasiado para alguien que tiene un reproductor de uno o dos GB de memoria.
Al no tener un formato de la «nueva generación» todos comenzaron a lanzar sus propuestas. El mundo del Open Source respondió con OGG, un códec muy eficiente, con gran soporte en reproductores de compañías medianas y PMPs de calidad. Microsoft lanzó Windows Media Audio, un codec algo más eficiente que MP3 pero consumidor de recursos como el solo, lo que hace quela batería del equipo dure menos escuchando archivos en WMA. Apple por su parte apoyó a AAC, el códec utilizado en los archivos MP4, M4A, AAC y similares.
Todo este revoltijo de codecs -que en la práctica hacen lo mismo- no son mas que un dolor de cabeza para los consumidores. Lamentablemente el decidirse únicamente por WMA o AAC significa sí o sí problemas de interoperabilidad a menos que nos resignemos a vivir en el ecosistema de hardware que la empresa tras el formato elegido quiere o aprueba, mientras si te decides por OGG tendrás una portabilidad entre plataformas enormes pero compartirlos será un parto debido a que todos tus amigos te dirán «que es ese egg? archivos huevo?» o alguna boludez similar. Todo esto sin contar los tratos que hacen debajo de la mesa los grupos de interés por cada formato para que X reproductor sólo soporte su formato y no el de la competencia para poder tener el control total del mercado.
¿Le dan su apoyo incondicional a algún formato de los nuevos o se quedan con el clásico MP3?
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