Hace unas semanas se descubrió que la base de datos de la Junaeb con información como la edad, el RUT o el colegio de miles de escolares beneficiados por becas estaba a vista y paciencia de quien quisiera por un «descuido» al dejar la raíz del directorio donde se encontraba el archivo con permisos de lectura públicos, lo que nos hace cuestionarnos duramente el rol de las instituciones de educación en el País.
Claro, todo el mundo comete un error y somos humanos, por lo que es posible que se le haya olvidado reponer los permisos en el FTP del sitio al mover datos de un lugar a otro, pero en este caso fué negligencia al guardar los respaldos del servidor en dicho directorio, convirtiendo el hecho en negligencia más que un simple error. Cuesta no cuestionarse cómo el individuo responsable del error terminó sus estudios superiores si es que lo hizo, más aún considerando que la mayoría de las instituciones de educación técnica como DUOC o INACAP ofrecen certificaciones por parte de CISCO y Microsoft enfocadas al mercado de redes y servidores, donde este es uno de los errores mas recurrentes que no deben ocurrir.
Se supone que las instituciones educativas debieran filtrar a quienes no tienen las aptitudes para cierta área y velar por la calidad de sus estudiantes. La educación en Chile lamentablemente está -en muchos sentidos- mal estructurada y cualquiera puede impartir una carrera con una calidad que deja muchísimo que desear mientras nuestros organismos a cargo de fiscalizar que la calidad de la educación le dan una excelente calificación a casi todos los organismos.
La pregunta mas bien radica en quién debe asumir la culpa por esto. Solamente la persona involucrada debe ser sancionada o debiera haber algún tipo de repercusión a la institución educativa desde donde la gente que comete de estos errores -para nada menores- saca sus carreras?
[Imagen]