La parte lúdica del ser humano, sin duda alguna ha sido responsable de gran parte de sus avances, ya que el concepto de «juego» lo ha llevado a investigar, y de la investigación ha surgido el conocimiento y la creación. Entre esas creaciones, una de las más importantes en la actualidad, han sido los Computadores. Con ellos, el hombre ha intentado sacarse de encima actividades tediosas y repetitivas, las cuales, sumadas a la velocidad de cálculo de estos equipos, entregan mayor eficiencia. Sin embargo, el hombre también tiene el «secreto deseo» de poder generar máquinas más «humanizadas», o que por lo menos puedan ser «rivales» dignos de nuestra raza, lo cual implicaría que son creaciones de excelencia. Es por ello, por ejemplo, que se producen los conocidos partidos de ajedrez entre un SuperComputador y algún campeón mundial de turno de esa disciplina, competencia que es tomada muy en serio.
Hace un tiempo atrás, les contamos que iba a realizarse otra de estas «justas» hombre-máquina, pero cambiando el ajedrez por el poker. Para muchos expertos, implementar una máquina que sea capaz de jugar bien al poker, es mucho más complicado que hacerlo para el caso del ajedrez, principalmente porque hay muchos más factores de azar, decisiones a veces ilógicas, y «mañas» muy propias de un ser humano, no existiendo algo definido que pueda ser «entendido» por una máquina. Bueno, el juego de poker ya se llevó a cabo y existe, obviamente, un ganador, tema que les pasaremos a contar a continuación.
En un torneo, con premios equivalentes a $50,000 dólares, llevado a cabo a inicios de esta semana en
Los dos profesionales, fueron sentados en piezas diferentes, donde cada uno contaba con un Notebook para jugar las partidas de poker en la modalidad Texas Hold'Em. La competencia constó de 4 partidos, 500 manos cada uno de ellos, entre Polaris y los dos jugadores humanos.
Al final del primer partido, la preocupación se empezó a vislumbrar en los semblantes de ambos jugadores cuando Polaris resultó ser el ganador, pero con una tan mínima diferencia que esa ronda fue considerada como empate (debido a variaciones estadísticas). La cosa ciertamente empeoró para la raza humana en el segundo partido, ya que Polaris simplemente no tuvo piedad y el resultado fue muy favorable para esta máquina. El primero de los dos días de juego llegaba a su fin y las cosas no iban nada de bien.
Al segundo día, y final, los humanos entraron con todo. Al final de los dos partidos, ellos sólo lograban una diferencia a favor de $570 dólares, lo justo para arrebatarle la victoria al Computador, pero por un muy apretado margen.
Al respecto, Eslami comentó,
«Estoy muy feliz que esto haya terminado. Estoy sorprendido que ganáramos…es realmente tan bueno que será difícil vencerlo en el futuro.»
Los programados detrás de Polaris, probaron varios programas durante el juego para ver cual era el más efectivo. Phil Laak, describió a uno de estos programas, que se llamaba Mr. Pink («Sr. Rosado«), de la siguiente manera,
«…representa a un jugador pensativo, disciplinado, razonable y cuidadoso.»
Sin embargo, a otro de los programas usados, llamado Agent Orange («Agente Naranja«), lo definió como,
«…un maniático loco, adicto a la cocaína y con un hacha.»
En relación al resultado del torneo, Laak fue directo en declarar,
«El punto central de todo esto, es que ganamos, no por una diferencia significativa, y los robots se están acercando. Ese es el verdadero resumen.»