A más de 48.000 km/h pasó un meteorito por la mano de Gerrit Blank, un adolescente alemán de tan sólo 14 años, causándole «solamente» una cicatriz en la mano herida y una caída a tierra debido a la fuerza con la que el meteorito impactó en el suelo. «Cuando me golpeó knockeó y me lanzó por los aires con suficiente fuerza para quedar enterrado en el suelo». De los pocos meteoritos que no se desintegran al cruzar la atmósfera, 6 de cada 7 caen en el océano, y el único caso registrado de un meteorito cayendo anteriormente sobre alguien fué en 1954 cuando un meteorito del porte de una uva cayó dentro de una casa, rebotó en los muebles al interior y terminó sobre una mujer que dormía. [SlashGear]
Post Previo
Siguiente Post
Posts relacionados
- Comentarios
- Comentarios de Facebook