La Inteligencia Artificial (IA) está emergiendo como una fuerza transformadora en la mayoría de las funciones empresariales y en todo tipo de organizaciones. Estas tecnologías se están convirtiendo en el motor de la eficiencia, la innovación y la productividad. Tal es su impacto en las compañías que la decisión de adoptar e implementar la IA ha trascendido los departamentos de tecnología, convirtiéndose en una prioridad en la agenda de los directorios y CEOs.
De acuerdo con un estudio comisionado por Microsoft a IDC, en Sudamérica Hispana, el 55% de las grandes empresas de la región ya han implementado herramientas específicas de inteligencia artificial en diversas áreas de su negocio. Como resultado, el entorno empresarial no solo ha mejorado sus resultados comerciales y ha aumentado la productividad, sino que también ha avanzado en la creación de nuevos modelos de negocio que involucran tanto a clientes como a empleados.
El estudio consultó a 320 organizaciones con más de 1.000 empleados en Argentina, Chile, Colombia y Perú. El 48% de estas empresas, que pertenecen a sectores de finanzas, manufactura, movilidad, energía y comercio, entre otros, afirman que el gran beneficio que perciben de la Inteligencia Artificial (IA) está en la mejora de la productividad a partir de los resultados operacionales. Esto se refleja en la generación de nuevas fuentes de ingresos, ahorros y eficiencia, así como en un mayor compromiso hacia los clientes.
A continuación, se presentan los hallazgos más relevantes del estudio en Chile:
Inversión en IA:
En Chile, el 74% de las organizaciones encuestadas planean incrementar su presupuesto destinado a la inteligencia artificial en los próximos 2 años. Además, el 61% ya han reajustado sus gastos en ciertas áreas o proyectos, o tienen planes de hacerlo en el mismo periodo, con el objetivo de reasignar estos recursos a iniciativas de IA.
En Sudamérica, las empresas de medios y telecomunicaciones (65%) junto con las organizaciones de gobierno y educación (56%), han acelerado su adopción de la inteligencia artificial a través de la reasignación del presupuesto. Estos sectores están poniendo un enfoque significativo en mejorar la experiencia del cliente, ya sea un consumidor o un ciudadano, al utilizar servicios potenciados por la digitalización.
Retorno de inversión:
En promedio, las iniciativas de IA en las organizaciones chilenas generan un retorno de inversión que es 3 veces su costo, la cifra más alta de la región junto a Colombia. El tiempo promedio para recuperar esta inversión en el país es el más extenso (16,8 meses), solo un par de meses adicionales al promedio regional (14,1 meses). Sin embargo, un considerable 20% de las organizaciones encuestadas han logrado recuperar su inversión inicial en menos de 6 meses.
Tiempo de implementación:
En Chile, a diferencia de países como Brasil, la exigencia de resultados rápidos en la finalización de los proyectos piloto de IA es menos intensa. Además, la inversión en esta tecnología en sectores estratégicos como finanzas, comercio, medios y telecomunicaciones, y minería, presenta desafíos adicionales que resultan en tiempos de ejecución más prolongados
A nivel regional, la mayoría de las implementaciones de proyectos de IA suelen completarse entre 3 y 12 meses, gracias a la prevalencia de iniciativas puntuales y de rápida adopción. En Chile, el 63% de las compañías logran este proceso en menos de 12 meses, y el 49% lo hacen en menos de 6 meses, superando ligeramente el promedio global del 48%.
Oportunidades para mejorar la implementación:
En Sudamérica, se perciben brechas significativas en el camino hacia la implementación de la IA, no obstante, Chile presenta las cifras más bajas en cuanto a esta percepción. Un 36% de las empresas están preocupadas por la falta de habilidades necesarias para aprender y trabajar con esta tecnología, un dato que se sitúa por debajo del promedio regional del 46%. Además, un 34% teme por la pérdida de datos o propiedad intelectual debido al uso inadecuado de la IA. Finalmente, la escasez de personal especializado como científicos de datos, ingenieros de datos o modeladores de IA, representa un desafío para el 33% de las compañías
Para avanzar en el cierre de estas brechas se necesita más trabajo en las reglas para un uso responsable de la IA. Esto implica crear y usar la tecnología bajo principios de equidad, confianza, seguridad, privacidad, inclusión, transparencia y rendición de cuentas.
En este sentido, Chile avanza en la región en la regulación de la IA. El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha actualizado la Política Nacional de Inteligencia Artificial y su Plan de Acción, presentando un proyecto de ley para regular y promover el desarrollo ético y responsable de la IA. El Plan de Acción propone 177 iniciativas que involucran a 14 ministerios, organizadas en tres ejes: desarrollo de talentos e infraestructura tecnológica, fomento de la investigación y desarrollo, y gobernanza y ética de la IA.
A nivel del sector privado, este proceso se encuentra en marcha en Chile donde el 54% de las organizaciones encuestadas afirma contar con principios claros para el desarrollo y el uso responsable de la tecnología, la cifra más alta de la región. Además, el 26% ya cuenta con un órgano de gobernanza que supervisa la adopción y uso de IA responsable.
El interés por la inteligencia artificial en el país continua en aumento, demostrando el compromiso del sector empresarial chileno con la innovación tecnológica. Las compañías ven en estas herramientas y recursos una solución que genera oportunidades de crecimiento, contribuyendo a la productividad de todos los sectores, la competitividad y la rentabilidad.