Siguiendo con nuestras lecciones básicas de fotografía, el día de hoy hablaremos de la apertura, el segundo pilar básico para entender la exposición de una imagen, y los cambios que su ajuste genera en nuestras fotografías.
En términos simples, un lente funciona como un ojo. Dentro del ojo tenemos al iris a cargo de regular el paso de la luz ajustando su diámetro según la luminosidad de la escena, algo bastante parecido a lo que hace el diafragma en nuestro lente.
Tal como su nombre lo dice, la apertura es el grado de apertura (cuánto abrimos o cerramos) nuestro lente permitiendo o bloqueando el paso de luz. Una gran apertura (lente abierto) permite que entre mucha luz, mientras una apertura pequeña (lente cerrado) permite que entre poca luz.
Dejar pasar más luz no es la única característica que un diafragma abierto nos entrega. Las imágenes con una gran apertura presentan un fondo muchísimo más desenfocado que una imagen con el lente cerrado, este efecto es conocido como bokeh y es ampliamente utilizado en retratos e imágenes donde quieres mantener la atención únicamente en la parte que enfocaste y nada más. Este efecto del cambio en el área enfocada de la imagen utilizando distintas aperturas también es conocido como profundidad de campo.
Al cerrar el diafragma de nuestro lente y disminuir su apertura no sólo bajamos la cantidad de luz que entra al lente, sino que la imagen se vuelve mas nítida y la zona enfocada de la imagen tiene un radio mucho mayor desde el punto enfocado. Un uso predominante de imágenes con poca apertura es la arquitectura y los paisajes, donde queremos rescatar la mayor nitidez posible y queremos que todo el plano esté enfocado a diferencia de un par de detalles.
Un gran, GRAN, GRAN detalle a considerar respecto a la apertura es que los números que la indican son inversamente proporcionales. Es decir, mientras más grande el número menor es la apertura o más cerrado está el lente. La apertura se mide en pasos, pasos-f o f-stops como encontrarás en diversos libros y sitios web. Cada paso deja entrar la mitad de luz que el anterior, por lo que por ejemplo una apertura de 2 deja entrar cuatro veces más luz que una apertura de cuatro.
Si quieres experimentar con los cambios que la apertura produce en una imagen puedes utilizar el modo de prioridad de apertura (A en cámaras normales y Av en cámaras Canon) donde los valores restantes de la exposición serán controlados por la cámara de manera automática. Si ya te manejas algo con las velocidades de obturación puedes utilizar el manual de tu cámara y buscar el equilibrio entre los dos valores para que la toma quede expuesta como corresponde, te sugerimos leer el manual para que te resulte más cómodo.
Si tu cámara no tiene modos manuales puedes recurrir al modo retrato que fuerza a la cámara a utilizar una gran apertura y difuminar el fondo o el modo de paisajes, el cual fuerza a la cámara a utilizar una apertura pequeña para realizar una imagen nítida y llena de detalles.
Recuerden practicar y subir las fotos que hagan al pool de Isocien en Flickr. Las mejores serán publicadas al final de la semana.
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