La bollonésima encarnación de la ley HADOPI finalmente ha sido aprobada a pesar de la oposición causada por el parlamento Europeo y los cibernautas franceses.
Haciendo un poco de historia para quienes se encuentran perdidos, la ley HADOPI contemplaba desconectar a un usuario del Internet y agregarlo a una lista negra tras tres denuncias de infracción por parte de alguna entidad que clame copyright saltándose el debido proceso y riéndose de todos los valores de la constitución francesa. La ley actual repara esos errores y ya no hay una desconexión solo porque alguien clama copyright. Aparte de eso ahora es obligatoria la decisión de un tribunal de justicia antes de tomar cualquier medida la respecto.
Otro de los aspectos «menos malos» de la ley es que el juez a cargo del reclamo debiera –en teoría– no sólo analizar si se infringió una violación al derecho de autor, sino que también tomar en cuenta la personalidad de la persona, su oficio u profesión y los derechos de libre expresión que esta tenga, por lo que no te irás preso por bajar imágenes de Google para un trabajo académico. De todos modos nos mantenemos escépticos a que la ley se implemente de tan hermosa manera a menos que veamos al presidente de Francia tras las rejas como el pirata que es.