Si es que para esta hora aún no te diste cuenta que Gmail estuvo caido por un par de horas durante la tarde de ayer, estás viviendo bajo una roca. Google explicó que la falla se debió a que bajaron un par de servidores para realizar mantención, debido a que están realizando cambios para mejorar la confiabilidad de la plataforma, algo bastante irónico.
Los routers que quedaron arriba a cargo de redirigir el tráfico a otros servidores en caso de que alguno se caiga se vieron sobrepasados por la demanda, por lo que uno falló y redirigió su tráfico a los routers vecinos, creando un efecto dominó de proporciones épicas. De manera casi inmediata el equipo de operaciones especiales de la gran G llegó con routers de emergencia -y tal como si se tratara de un puente mecano cuando ocurren desastres naturales- pudieron salvar el día.
Afortunadamente el equipo de Gmail sacó lecciones positivas de la situación y ya empezaron a realizar cambios como aumentar el límite de peticiones a los routers y mejorar la aislación que cada router tiene para evitar que un datacenter bote a sus vecinos si es que éste se cae.