El buzo Markus Thompson se encontraba realizando un trabajo en Deep Bay, Canadá (cerca de Vancouver) cuando se topó con una hermosa Canon Rebel XSi/1000D sumergida en lo profundo del océano.
Luego de rescatarla y admirar su deplorable estado sacó la memoria SD para tratar de recuperar las fotografías al menos. Imaginen su sorpresa cuando la tarjeta funcionó sin problema alguno y se pudieron rescatar aproximadamente 50 fotos del dueño original de la cámara.
Realizando un post en Google+ y subiendo una galería de imágenes de la cámara Markus pudo encontrar al personaje de las fotografías para regresarle la cámara, quien resultó ser un bombero. Esto nos demuestra nuevamente que la capacidad de los medios de almacenamiento tradicionales superan con creces a la película o las diapositivas a la hora de sobrevivir bajo condiciones extremas.