A muchos seguramente les quedó en la memoria el Supercomputador HAL 9000, el cual jugaba ajedrez con los astronautas en la película 2001: Odisea en el Espacio. En efecto, la idea de diseñar Supercomputadores no es nueva e incluso IBM posee una trayectoria en esta área deleitándonos muchas veces con interesantes partidos de ajedrez entre los maestros de este deporte y un Supercomputador. Y en relación a este mismo tema, IBM dio a conocer novedades.
IBM planea construir «Correcaminos» («Roadrunner«), su nuevo Supercomputador el cual será ubicado en el Laboratorio Nacional Los Alamos («Los Alamos National Laboratory«) en Nuevo México. El Computador poseerá un nivel de rendimiento de 1 petaflop, lo cual es equivalente a 1,000 trillones de cálculos por segundo. Correcaminos usará un cluster convencional de 16,000 núcleos AMD Opteron junto con otros 16,000 Cell B.E., con ambos tipos de chip trabajando juntos para lograr entregar el sorprendente nivel de cálculos recién mencionado.
El Departamento de Energía contactó a IBM el pasado mes de Diciembre para plantearle la necesidad de un nuevo Supercomputador que fuese capaz de mantener la velocidad de por lo menos un petaflop. El Computador le costará al Departamento de Energía $110 millones de dólares y tres años de desarrollo. La combinación del chip Opteron con el Cell es un intento interesante por bajar costos al diseñar un Supercomputador. De acuerdo a IBM, los procesadores Cell actuarán como el «caballo de batalla» del sistema, llevando a cabo la mayoría de los cálculos de punto flotante. Los Opterons de AMD, trabajarán como los procesadores de la interfase del sistema y como la piedra angular de comunicación entre los nodos.
Una vez terminado, el Correcaminos será el Computador más poderoso del mundo, fácilmente muy superior al sistema de IBM BlueGene/L, ubicado en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore. Sólo para comparar, el BlueGene/L es capaz de realizar sostenidamente 280 teraflops, sólo un poco más de un cuarto de un petaflop.
El Departamento de Energía planea usar el Supercomputador para manejar un «amplio espectro de aplicaciones comerciales y científicas«. El Computador podría eventualmente ser usado para ayudar a que el Departamento de Energía se asegure que las armas nucleares de los Estados Unidos permanezcan seguras y confiables. En vez de llevar a cabo pruebas nucleares subterráneas, el Correcaminos podría simular como envejecen estas armas nucleares.
Los diseñadores del Correcaminos también están teniendo en consideración el espacio y la energía consumida al armar el sistema. IBM ya ha dicho varias veces que el dispositivo usará tecnologías de enfriamiento y manejo de energía avanzadas para asegurarse que opere lo más eficientemente posible.
El Correcaminos cubrirá la no despreciable superficie de
Los Supercomputadores híbridos, tal como el sistema de Sun Microsystems ubicado en el Instituto de Tecnología Tusbame en Tokyo, muestran una tendencia en la cual procesadores «comunes y corrientes» son usados con otros chips aceleradores destinados para propósitos especiales. Estos Supercomputadores híbridos son capaces de usar procesadores Opteron y sistemas aceleradores Cell en un solo chasis.
Los Supercomputadores son tradicionalmente utilizados para cálculos que requieren un alto nivel de poder computacional, tales como mecánica cuántica, predicción del clima, mapeo del ADN y la exploración espacial. Últimamente, incluso se ha visto una tendencia que no sólo busca hacer Supercomputadores más poderosos sino hacerlos energéticamente más eficientes.
En la actualidad, existen varios de estos equipos con arquitectura de Hardware diseñada para enfrentar un problema específico. Por ejemplo, y tal como se los mencionamos al inicio de esta noticia, el sistema Deep Blue fue diseñado para plantear un nuevo desafío a los maestros del ajedrez. El Supercomputador Deep Crack fue diseñado para romper el estándar de encriptación de datos y el Gravity Pipe («GRAPE«) es usado en el campo de la dinámica molecular y la astrofísica.