El gobierno de Nueva Zelanda también adoptó un modelo de control «graduado» para evitar las descargas ilegales de material con derechos de autor. El problema radica en que el gobierno dejó en manos de quienes representan a los creadores de contenido y los ISP la tarea de crear un código de conducta que satisfaciera a todo el mundo, lo cual es total y completamente imposible. Ni bibliotecas ni empresas estaban conformes con el «código de conducta», y el no poder llegar a acuerdo respecto a los términos de éste ha hecho imposible aplicar la ley que debía entrar en vigencia a fines de febrero posponiéndola para finales de marzo.
TelstraClear, un ISP neozelandés, se hartó de la situación y dijo que simplemente no puede apoyar una ley así, siendo sus propios suscriptores quienes han expresado en diversos términos su oposición a esta ley. Analistas de diversos bandos preveen que este sería el inicio del rechazo masivo a la tan odiada ley o que el gobierno derechamente impondrá su propio código de conducta para zanjar el tema.
¿Qué opinan, seguirán el camino de Francia o recapitularán y adoptarán el punto de vista del ministro de educación noruego?
[ars]