Japón ha iniciado su proyecto de largo plazo para construir y completar la próxima generación de supercomputadores que tendrán una potencia de cómputo a nivel “exa-scale”, es decir, alcanzar la próxima barrera en medición de súper cómputo que apunta a sistemas con un poder de cálculos sobre el exaFLOPS.
En efecto, actualmente la unidad de medición para estimar el poder de cálculos en operaciones de punto flotante de los supercomputadores es el PetaFLOP, y actualmente el supercomputador más potente del planeta es el Tianhe-2 de la Universidad Nacional de Defensa y Tecnología de China que alcanza una potencia máxima de 54 PetaFLOPS.
El proyecto de de supercomputación de Japón espera construir una supercomputadora a nivel exa-escala que ofrecerá un rendimiento de computo en operaciones de punto flotante de hasta 100 veces lo que ofrece Thianhe-2, es decir, 5400 PetaFLOPS o 5.4 exaFLOPS.
El organismo encargado de este proyecto de supercomputación, es RIKEN, una organización de investigación multi-institucional, que espera completar la primera etapa de desarrollo a mediados del 2015, con una fecha tope para terminar el proyecto para el 2018, esto es la instalación del hardware respectivo y la construcción de las instalaciones e infraestructura respectiva donde operara este supercomputador de próxima generación, que estará operando a plena capacidad para el 2020.
Este supercomputador será instalado en el Advanced Institute of Computational Science de RIKEN y será el reemplazo del actual supercomputador K Computer de la misma institución.
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