El internet se revolucionó por completo con la supuesta beta de Chrome OS en los tubos al saberse de un archivo hosteado en Google Sites. La sorpresa que se llevó medio Internet al descargar la «beta» fué que un fanboy de SUSE se los troleó bien troleados con una instalación personalizada con el esquema de colores de Chrome.
En defensa de quienes lo hicieron por el lulz los desarrolladores, la página tenía un disclaimer que decía «Chrome OS no está relacionado con Google. El servicio es provisto por SUSE Studio. Ve la licencia.», pero que no pudo evitar la avalancha de noticias, tweets y ñoños gritando como colegialas en un concierto de Arjona porque Linux finalmente estaría en el mapa.