Ahora nos encontramos en la tercera ola de innovación, donde el centro de datos presenta grandes desafíos y oportunidades para las organizaciones de servicios financieros. Primero, tuvimos una era de servidores dedicados a una carga laboral particular o departamento específico. Esto dio paso a servidores virtualizados –que permitieron que las infraestructuras fueran compartidas y que el hardware o software fuera desglosado. Esto nos empujó a lo que vemos en el presente, con el foco principal puesto en la entrega de servicios rápidos, ágiles y eficientes a través de la nube.
El impacto de esta revolución se puede ver claramente fuera del lugar donde se encuentran los servidores. Los líderes de negocios quieren que su información y servicios sean entregados tan rápidamente como sea posible. Conseguir resultados en un lapso de meses ya no es una opción; debe ser hecho en minutos. Alrededor del 85% de los recursos de un banco están focalizados en dirigir el banco, mientras solo el 15% se usa en cambiar e innovar el banco.
Si se quiere lograr ese reequilibrio, es necesario minimizar los tiempos, costos y trabajos. Simultáneamente, la agilidad, automatización y elasticidad necesitan aumentar a través del negocio. La nube puede ayudar con esto – ya sea en forma pública, privada o híbrida–, puede acelerar verdaderamente su transformación digital cambiando las inversiones a donde se necesite más.
En la economía de servicio digital, un limitador clave para muchas instituciones financieras es su infraestructura de centro de datos. Años de hacer cada unidad de negocios o equipo de producción, dirigir sus propias ventas, marketing, incluso P&L (Profits & Loss: Pérdidas & Ganancias), puede a menudo resultar en una experiencia confusa para el cliente y en ambientes TI y depósitos de datos altamente fragmentados. La nube capacita la transformación digital al quitar la arquitectura heredada y los silos TI dentro del banco, y a su vez, mejorando la eficiencia operacional, el compromiso con el cliente y el cumplimiento y administración de riesgos.
Estoy entusiasmado con el trabajo que Intel está haciendo para cumplir con los desafíos de nuestros clientes en la industria de servicios financieros. Nuestra estrategia de revisualizar el centro de datos gira alrededor de Software Defined Infraestructure (SDI, Infraestructura de Software Definido), esto significa que los usuarios tienen control sobre un consorcio (o consorcios) de recursos que pueden incluir servidor, red, y almacenamiento –todo dirigido por software de instrumentación que utiliza cualquier hardware que esté disponible.
Este enfoque es simplificado, elástico y construido sobre estándares de industria abiertos. Creemos que tendrá un efecto inquietante en la manera en que las empresas piensan definir, construir, dirigir y administrar los centros de datos.
Columnista Invitado: Bruno Domingues, Arquitecto Principal a nivel mundial de Intel.