Los superconductores son el santo grial para los diversos campos de aplicación de la electrónica al tener una resistencia virtualmente nula utilizando láminas de plomo con un grosor de tan sólo 2 átomos.
Al no ofrecer resistencia puede mantener las cargas eléctricas por muchísimo más tiempo. Otra de las novedades que incluye es el poder enviar corriente en dos direcciones a la vez, ampliando el campo de aplicación del producto.
El proceso de fabricación consiste en depositar de manera uniforme átomos de plomo en un substrato de silicio. El único inconveniente de la tecnología es que al utilizar plomo no pasa la medida RoHS que -entre otras cosas- banea al pesado metal, por lo que será difícil ver estos avances en gadgets o tecnología no industrial dentro de un futuro próximo.