Oh, querido y amado DRM. Protegiendo a los inocentes de los comunistas come bebés que piratearán tu software, quemarán tus cosechas y violarán a tus mujeres, pero espera, el DRM es todo eso y peor.
Lisa, como cualquier persona que trata de ser ética en términos de software, compró su copia original de Macromedia StudioMX 2004. Todo anduvo bien hasta que su iBook sufrió una muerte súbita y se vió obligada a instalar su copia en un PC, pero había un problema: el software se negaba a activarse.
Como cualquier ser civilizado llamó a Adobe -quienes compraron a Macromedia para quienes viven en el 2005 aún- para encontrar una solución y diversos ejecutivos, de reiteradas maneras le dijeron que el software era «demasiado viejo» y que no había nada que hacer. En pocas palabras, sus opciones se veían reducidas a actualizarse a la última versión de Dreamweaver o crackear el software. Afortunadamente la historia llegó a un final feliz.
Contactándose con empleado de Adobe a travéz de sus foros de ayuda pudo obtener a un representante que sí tenía sentido común y la ayudó con su problema. En vez de renovar la licencia de su arcaico Studio MX 2004 le dieron una flamante copia de Dreamweaver CS4 por todas las molestias.
Sin duda una historia para pensar sobre todo lo que va a pasar cuando las compañías den de baja los sistemas de autenticación de sus softwares o -tal como ocurrió con Gears of War- los certificados de seguridad caduquen. Confían en los DRM o piensan que debieran utilizarse otros métodos de autenticación para el software?