Ayer, les comentábamos una noticia que contaba de los esfuerzos de un par de investigadores taiwaneses por incorporar una cámara al interior de las pantallas LCDs para que éstas siguiesen la cabeza del usuario y así no se produjese una pérdida de calidad debido al aumento del ángulo de visión. Pues bien, para muchos, esa solución es bastante poco práctica. Sin embargo, el gigante «mundo» de la tecnología de paneles avanza atacando varios frentes y a continuación les presentamos otro, aunque esta vez involucra a una Compañía de bastante más renombre.
Para varios expertos, las pantallas flexibles, es decir aquellas que se pueden doblar, están destinadas a gobernar el sector. El problema actual es encontrar una forma de poder fabricarlas a un menor costo y de manera más económica.
El gran problema de estos OLEDs, es que requieren ser fabricados a temperaturas más altas que el punto de derretimiento del sustrato plástico, lo cual complica el proceso de manufactura significativamente. En efecto, los OLEDs deben primero ser fabricados en un sustrato de vidrio y luego transferidos al plástico. Estos pasos extras, aumentan el costo del dispositivo y disminuyen el número de pantallas sin defectos que la línea de producción puede fabricar.
Debido a lo anterior, LG Philips ha pensado en una alternativa. En vez de fabricar píxeles con los diodos orgánicos, los ha diseñado con pequeñas celdas plásticas llenas de aceite y agua, las cuales se encuentran conectadas a electrodos plásticos. El aceite, el cual es opaco, flota en el agua (ya que ambos no se mezclan) y oscurece una superficie coloreada que se encuentra bajo él. Pero, si se aplica un campo eléctrico, el aceite es forzado a apartarse del agua, revelando la capa de color inferior y pudiendo así cambiar el color del píxel.
Lo interesante, de acuerdo a
Todo bien hasta ahora. Sin embargo, siempre surgen las preguntas un poco complejas. La primera, y muy importante, es cuál es la velocidad de respuesta de estos paneles. En general, los actuales paneles flexibles son tan lentos que sólo pueden usados para mostrar imágenes estáticas.
La segunda duda que esta tecnología genera, es en relación al consumo de energía. Las pantallas flexibles hacen de las suyas en aplicaciones móviles, sin embargo, en la actualidad cuesta imaginar una de estas pantallas de tamaño A4, sin pensar en un tremendo consumo energético.