El tema del efecto de los juegos en el comportamiento de las personas no es para nada nuevo y ha sido objeto de diversos estudios que se alinean, como siempre, en los extremos y en el término medio. En efecto, hay especialistas que dicen que son dañinos, otros que no existen pruebas concluyentes al respecto y por último aquellos que prefieren mantenerse en un punto neutral. Por ejemplo, a inicios de este año, el Dr. Craig Anderson, un profesor de psicología de la Universidad de Iowa St., el cual es reconocido como un experto en el área de la violencia mediática, indicó que la medicina sugiere que existen significativos efectos al jugar horas y horas videojuegos violentos pero, no existen resultados concluyentes para poder determinar de que tipo son esos efectos.
A pesar de lo anterior, un nuevo estudio indica que efectivamente existen efectos físicos en el cerebro que se manifiestan durante el juego de títulos violentos. El Dr. Vincent Mathews, profesor de radiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, llevó a cabo un reciente e interesante estudio en el cual seleccionó a 44 adolescentes al azar para que jugasen un juego violento y otro «no violento» pero igualmente entretenido, durante 30 minutos para poder observar como reaccionaban sus cerebros. Los juegos seleccionados fueron Medalla de Honor: Frontline, el cual es clasificado como un juego de violencia «media», y el juego «no violento» fue Need For Speed: Underground. Usando tecnología de punta, los doctores observaron y grabaron las diferencias en la actividad cerebral durante esos 30 minutos.
De acuerdo al estudio del Dr. Mathews, los adolescentes que jugaron el juego violento, mostraron más actividad cerebral en una región del cerebro importante para la excitación de las emociones y menor actividad en un sector cerebral asociado con las funciones ejecutivas que incluyen la habilidad de planificar, cambiar, controlar y dirigir los pensamientos y el comportamiento. Por otro lado, el grupo que jugó Need For Speed: Underground, mostró mayor actividad del cerebro en un sector que controla la inhibición, la concentración y el autocontrol y se notó menor actividad en las zonas asociadas a la excitación emocional.
En una declaración a la prensa, el Dr. Mathews destacó,
«Nuestro estudio reveló que el jugar cierto tipo de videojuegos violentos, puede tener un efecto a corto plazo en la función del cerebro muy distinto al que se produce al jugar un juego no violento.«
Lamentablemente, el estudio no puede reflejar los efectos a largo plazo en la actividad cerebral al jugar estos dos tipos de juegos. Sin embargo, los investigadores manifestaron su intención de conducir más estudios para examinar la duración del efecto de los juegos violentos en las funciones del cerebro.
Es muy claro que un universo muestral de 44 adolescentes es relativamente pequeño para un tema tan sensible como la violencia en los videojuegos. Además, el estudio no considera otra variable que puede ser de interés como lo es la edad de ese universo muestral y si ella tiene influencia en los resultados. A pesar de lo anterior, los resultados no dejan de ser interesantes.
Quizás es muy exagerado suponer, como se ha manifestado en algunos casos, que los juegos violentos puedan conducir a los niños a matar personas al estilo de Grand Theft Auto. Sin embargo, evidentemente deben existir efectos, más sutiles y poco evidentes sobre el cerebro producto de jugar juegos por 10 horas seguidas. Las variables son muchas e independizarlas es bastante complejo.