Son los contrastes de culturas y de las leyes en uno y otro país, mientras en nuestro país la puerta giratoria es algo usual para los delincuentes, en China por ejemplo, que se ha caracterizado por la censura y severidad en su castigos se ha condenado a una mujer a 10 años de cárcel por robar un teléfono móvil, lo que ha abierto un debate respecto a que si la sentencia es justa o no por tal delito.
Según los reportes, una mujer china de 48 años llamada Zhang Yun robo el teléfono móvil de su empleador, confesando que lo hizo porque no fue compensada por sus servicios como niñera y que lo conservo como parte de pago (no autorizado desde luego). El robo fue descubierto gracias a la revisión de las cámaras de seguridad por parte de la policía, la mujer intentó ocultar el teléfono enterrándolo en un campo de rábanos, pero finalmente tuvo que confesar la autoría ante las pruebas.
Según essn.cn el teléfono fue avaluado en la ridícula suma de unos 60.000 yenes (aproximadamente $ 9.500 dólares), una cifra superior incluso al ingreso promedio por año de la gente en China. Por esto la mujer fue condenada a 10 años de prisión, pero además a pagar una multa de 20.000 yenes, unos $ 3.148 dólares.
Recientemente los abogados de la mujer lograron reabrir el caso mediante una apelación para poder conseguir una reducción en esta durísima pena y por ahora están en los trámites respectivos al respecto.
Este caso ha provocado todo un debate en China sobre la severidad de la sentencia y una encuesta conducida por tencent.com revelo que el 95% de la gente concluyo que la sentencia ira injusta. Para nosotros quizás esto parezca una ridiculez ciertamente, pero para la sociedad o mejor dicho para las autoridades chinas parece ser algo ajustado a derecho.
¿Ustedes qué opinan?, esto da para un interesante debate, pues a veces la justicia tiene algunos vicios que hace que algunos delitos “menores” tengan mayores penas que otros de mayor connotación.