Algo raro pasó en Mythbusters, el popular show del canal Discovery Channel conducido por el par de barbones colorines Adam Savage y Jamie Hayneman (quienes tuvieron el honor de conocerme en persona hace unos días en NVISION 08).
Primero, hace un mes y medio atrás Adam Savage en una conferencia de hackers llamada «The Last Hope» (La Última Esperanza) dentro de su charla confesó que habían querido dedicar uno de sus programas a derribar mitos (¿acerca de que más podía ser?) existentes sobre los chips RFID (que pueden encontrar en esas pegatinas con forma de laberinto que ponen en algunos productos en los supermercados para evitar robos, por ejemplo), los que hoy en día están siendo usados para diversas aplicaciones de transferencia de datos sin contacto físico, como algunas tarjetas de crédito gringas e incluso nuestras queridas tarjetas BIP. En resumen, en el programa se habría visto que tan hackeable o no podía ser esta tecnología.
Uno de los típicos autoadhesivos RFID
Para ello organizaron (en las palabras de Savage) una teleconferencia con la gente de Texas Instruments (uno de los pioneros y líderes de la industria de los RFID) donde una de las integrantes del staff del programa, Tori Bellecci se entrevistó con Linda Wolkovitch… y el consejero legal de American Express, Visa y otras tarjetas de crédito. Según la versión de la co estrella del programa, no fueron nada de amables y dijeron que no iban a permitir que se pusiera al aire un programa que mostrara como hackear un sistema RFID, lo que finalmente hizo que Discovery Channel decidiera no emitir ese capítulo del programa por temor a perder avisadores.
Como toda historia que se precie de objetiva necesita la visión de las dos caras de la moneda, Texas Instruments posteriormente comunicó que jamás habían presionado a nadie para que se dejara de producir ningún programa de televisión y ahora los cazadores de mitos eran ellos, ya que todo este delirio paranoide era un cuento muy bien inventado por Adam Savage.
Curiosamente, hoy Adam Savage cambió su versión, y conversando con CNET reconoció que él no había sido testigo de la conferencia telefónica y que en realidad Discovery Channel o su departamente de avisaje no había ordenado cancelar el episodio, siendo sus comentarios anteriores de su cosecha propia y no la opinión oficial ni de Mythbusters ni de Discovery Channel. Lo raro es que aún cuando se retractó, también insistió en que «si me fuera al detalle de porque esta historia nunca llegó a ser filmada, la cosa sería tan extraña y complicada que no me creerían jamás».
¿Peces gordos conspirando o cazador cazacámaras? ¿Qué opinan?