La vida de un policía es dura. Peligros, sobornos, mujeres, drogas y alcohol. Siempre ofreciendoles 12 vírgenes a cambio de no desbaratar la operación de falsificación de cuentas en Facebook y ofrecer scorts virtuales de seguro los hizo bastante resistentes a las tentaciones mundanas, hasta que conocieron a la Wii.
Un par de policías encubiertos entró a la casa de un traficante de drogas condenado a realizar labores de policía como deshacerse de las drogas, armas y los cadáveres de las prostitutas muertas, pero cuando se toparon con la blanquita de Nintendo (y la favorita de Lagazo por cierto) no pudieron resistirse a su encanto durate… 9 (NUEVE!) horas.
Obviamente los policías aún no han sido sancionados debido a que el sumario administrativo no finaliza, y es poco probable que lo hagan ya que «todos cometemos errores». Simplemente inaceptable.
[engadget]