No es una nueva raza de Transformers, sino que es el futuro de la biorobótica. Este es un momento de la historia donde la ciencia ficción convive con la vida diaria. Cada día se anuncian tecnologías que hasta el día anterior parecían remotas e inalcanzables. En este artículo conoceremos qué son los Nanobots y cuales son sus posibles aplicaciones.
Introducción
Los nanorobots o nanobots hicieron su estreno en el imaginario colectivo el año 1959, en que el físico teórico Richard Feynman predijo que un día sería posible construir máquinas tan diminutas que estarían formadas de sólo unos pocos miles de átomos. Posteriormente en la novela de 1987, «Engines of Creation», Eric Drexler describe nanobots capaces de destruir células cancerígenas, recoger radicales libres o reparar el daño sufrido en los tejidos celulares.
De ahí en más, la literatura y el cine ha incluido estos pequeños robots a destajo para hacer fantasear a los hombres de cómo será el futuro conviviendo con ellos.
Pero, ¿realmente existe esta tecnología? ¿Realmente podemos soñar en un futuro cercano, rodeado de estas máquinas invisibles?
Esto promete ser el próximo paso en la evolución de la técnica humana. Una revolución que simplemente no va a pasar desapercibida. Utilidades son miles, que van desde curación de enfermedades antes fuera del alcance médico hasta reemplazo de los actuales fármacos, como pequeños guardianes de nuestro metabolismo. Pero como toda nueva tecnología, puede ser usada para fines no muy nobles o pueden salirse de control.
Ahora pasaremos a revisar el estado actual de esta maravillosa tecnología y cuales son y serán sus futuras aplicaciones. La idea es tratar de explicar con palabras simples algunos conceptos de ingeniería y biología para lograr entender a cabalidad en que consiste todo este fenómeno.
Historia y definiciones
«Los Ensambladores Moleculares traerán una revolución sin paralelo desde el desarrollo de los ribosomas, los Ensambladores primitivos en la célula. La Nanotecnología resultante puede ayudar a la vida a esparcirse fuera de la Tierra – un paso sin paralelo desde que la vida salió más allá de los océanos; permite a nuestras mentes renovarse y rehacer nuestros cuerpos – un paso sin ningún tipo de paralelo.»-Eric Drexler, Engines of Creation
¿Qué es lo primero que se viene a la mente cuando alguien nombra el concepto de nanorobots o nanobots?
Pequeños robots con forma de nave espacial o submarino navegando por nuestro cuerpo en busca de su objetivo. Algo así como: “Querida, encogí a los niños”, pero querido encogí a mi médico y me lo inyecté para que me cure mi mal de ojo.
Bueno, al menos esa es la idea que se nos viene a la mente, pero la realidad dista mucho (como siempre) del concepto que se maneja actualmente en los círculos más serios de la ciencia.
Como siempre pasaremos a revisar un poco la historia, como se construyó esta idea y su desarrollo hasta el estado actual.
El señor Drexler, anteriormente citado, escribió la novela, basándose en algunas ideas previamente expuestas por el físico Richard Feynman. En ella habla de un nuevo concepto en la ciencia ficción y lo que se transformó en un objetivo real para muchos investigadores que creyeron en su realización: los nanorobots o “Ensambladores”. Lo que trató de explicar en su momento como pequeñas fábricas que tenían la capacidad de construir o destruir moléculas en base a elementos circulantes en el torrente sanguíneo, lo que originalmente llamó “Ensambladores moleculares” como una referencia a una estructura que existe en el interior de cada célula de todo ser vivo llamado “Ribosoma” que son los “ensambladores” naturales y los encargados de crear proteínas complejas a partir de aminoácidos que entran a las células.
¿Muy complejo? O quizás te estas preguntando si te equivocaste de foro? Bueno si no pusiste atención en tu clase de biología te vamos a recordar un par de conceptos que son importantes para entender todo el proceso.
Nanómetro: Casi todos estamos familiarizados con el término, lo usamos a diario cuando hablamos de CPUs, pero realmente es importante que quede más que claro a que nivel métrico estamos hablando, y es por eso que quiero detenerme en un par de líneas para explicarlo. Un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro. Expresado matemáticamente sería 1 nm = 1×10-9 m. Y ¿cómo te lo explicaría un peluquero? Es 10.000 veces más delgado que un cabello. Así de pequeño estamos hablando.
Nanomateriales: Son materiales a nanoescala. Materiales con características estructurales de una dimensión entre 1-100 nanómetros.
Los nanomateriales pueden ser subdivididos en nanopartículas, nanocapas y nanocompuestos. Su construcción controlada permite crear materiales con características únicas sin precedentes. Las nanoarcillas para reforzar plásticos o los nanotubos de carbono para agregar conductividad a varios materiales o para crear fibras más resistentes que el acero son algunos ejemplos.
Existe un par de técnicas que permiten la fabricación de estos materiales, pero dada su extrema complejidad no son del todo masivas, sobretodo ya que no se trata del mismo proceso macroscópico que significa armar un auto o un televisor.
ATP: No pretendo hacer una clase magistral de biología, pero basta con decir que el ATP es el combustible de cualquier ser vivo; desde las bacterias que parasitan nuestro ATP hasta el organismo vivo más complejo como es el hombre. Todos necesitan la energía que guarda esta molécula. Las células (para generalizar todas) generan por medio de procesos químicos, energía para poder funcionar. Pero esta energía no puede andar suelta por la vida. Necesita ser almacenadas en moléculas estables y disponibles para su posterior extracción. Eso es el ATP en simples palabras. Una molécula estable y altamente eficiente por cuanto la energía que entrega es mucho mayor que la necesaria para formarla.
Aminoácidos: Los aminoácidos (aa) son los pequeños eslabones de la gran cadena que significa una proteína. Una proteína esta compuesta por diversas combinaciones de aa, lo que permite muchos millones de combinaciones para distintas funciones. Los aminoácidos circulan por el torrente sanguíneo y son captados principalmente por las células que tienen la función de crear proteínas. Estas células “arman” la proteína que necesitan y luego la usan o la liberan. Imaginemos este proceso como armar un collar con perlas de distintos colores dependiendo de la ocasión.
Avanzando hacia lo microscópico.
No es tan fácil caminar por el camino de la miniaturización, y eso lo sabemos más que bien. Cada día nos alegramos al escuchar que tal o cual fabricante de chips para computadores pasó a un proceso de producción más pequeño, reduciendo así la cantidad de energía usada, calor producido y permitiendo la incorporación de más transistores en el mismo espacio. Pero cada paso es una transición de muchos meses y el recorrido hasta el momento actual ha sido de varios años.
Lo mismo pasa con la nanotecnología. Recién comienza a ver sus primeras luces a medida que los procesos se han hecho lo suficientemente pequeños y nuevos materiales han aparecido para ayudar en la fabricación de esta tecnología.
El primer paso hacia esta tecnología fue la creación de una molécula artificial. En el año 1985, Smalley y colaboradores, de la Universidad de Rice, observaron que condensando Carbono vaporizado en un medio inerte, este formaba estructuras perfectamente esféricas de 60 átomos. Estas moléculas fueron bautizadas como “Buckyballs” y constituye el descubrimiento que sentó las bases de la nanotecnología, algo que le valió al grupo el Premio Nobel de Química 1996. Esto era un inicio muy rudimentario en la técnica de fabricación de nanomateriales, y digo rudimentaria hasta casi azarosa, ya que fue una reacción planificada pero espontánea y no controlada.
En el año 1986 se dio un nuevo salto en la nanotecnología y se creó el primer microscopio con capacidad atómica. Toda una revolución en el entendimiento de este mundo microscópico que antes sólo se podía teorizar.
Ahora se podía ver cada uno de esos átomos.
Desde ahí comenzó la carrera por manipularlos a nuestro antojo y fue así como recién en 1989, Don Eigler, trabajando para IBM, logró la primera manipulación a nivel atómico. Logró disponer átomos de Xenón sobre una placa de Níquel formando la palabra IBM.
Fue entonces cuando muchos científicos se dieron cuenta que esto realmente funcionaba y les abría un campo infinito de posibilidades. Pero claramente no en el sentido que quiso comunicar Drexler en su libro, sino de una forma mucho más práctica. Y así fue como en 1991, un equipo de científicos de NEC crearon los primeros nanotubos. Estos pueden ser usados como conductores eléctricos o para formar fibras de varios miles de nanotubos de grosor, lo que le confiere una resistencia nunca antes vista en algún otro material.
¿Como fabricar tu propio Nanobot?
El primer paso para crear algo, es entenderlo. En los últimos años se ha avanzado enormemente en muchos de los campos necesarios para crear esta tecnología. La genética, la bioquímica, la física y la ingeniería son los pilares para la creación y el desarrollo de la nanotecnología.
Gracias al estudio del ADN se puede comprender que es lo que necesitamos para “lo normal” y que es lo que se altera, por lo que se puede comprender qué es lo que debemos cambiar.
Los avances en nanomateriales han posibilitado la construcción de nuevas combinaciones sintéticas que son necesarias para dar vida a estos “robots”.
A pesar de que el desarrollo de los Nano-robots no es un camino lineal, las primeras piedras en el camino fueron: ¿Con que materiales los fabricamos? ¿Como los hacemos funcionar? ¿Como los movemos?
¿Con que materiales los fabricamos?
Es importante entender que necesitamos fabricar un “dispositivo-robot” que mide micrómetros y que debe contar con ciertas propiedades mínimas para funcionar adecuadamente. Si nos ponemos a pensar, ¿qué material conocemos muy bien y que tenga la capacidad de ser un semiconductor?, rápidamente aparece ante nuestros ojos el muy popular y nunca bien ponderado Silicio. Presente en cada componente electrónico, es un material bien estudiados gracias a sus propiedades. Pero cuando compite con materiales orgánicos se queda muy atrás. El enlace que se establece entre dos átomos de Carbono es mucho más potente que el que se establece entre dos átomos de Silicio, por lo que cualquier material construido en base a Silicio sería muy inestable y no nos serviría para nuestro proyecto.
- Fue así como se encontró una nueva combinación: Silicio y Oxígeno. Sus principales ventajas son:
- Su fuerte enlace bidireccional covalente.
- La facilidad con que se puede polimerizar para formar estructuras 3D (Tecosilicatos).
- Su alta resistencia y estabilidad térmica.
- Su estabilidad en condiciones oxidantes.
- Ambos son de los elementos más abundantes en el planeta.
¿Cómo los hacemos funcionar?
Ya tenemos nuestros materiales. Podemos tomar nuestro soldador, nuestro destornillador y martillo y ponernos manos a la obra. El resultado un hermoso y flamante Nanobot. Pero la pregunta lógica es: ¿qué tipo de pilas usa esta cosa?
Como explicamos en los conceptos previos el ATP es la energía de nuestro cuerpo y se encuentra por doquier. Entonces a nuestros científicos se les ocurrió la brillante idea de tomar prestado nuestra propia energía para movilizar estos aparatitos.
Imaginemos la proteína de ATP como un globo. Al interior se encuentra el preciado combustible que nos permitirá suplir de energía al robot. Para extraer esta energía es necesario una enzima capaz de romper o “pinchar” este globo para que deje escapar la energía.
Fue así como se ideó inicialmente una molécula de dos polos. Un polo sintético como motor o hélice y un polo biológico sería una enzima capaz de extraer la energía.
Esto fue lo que logró Carlo Montemagno y sus colegas de la Cornell University de Nueva York en el año 2000. El helicóptero «biomolecular» realizado en Cornell mediante el armado de las partes mecánicas superminiaturizadas y moléculas orgánicas, tiene una hélice de un largo de 150 nanómetros que dan ocho vueltas por segundo. A pesar de lograr una tasa de éxito muy baja, fue una brillante primera aproximación a resolver el problema.
¿Como hacemos que se muevan?
Esta bien, repasando lo que llevamos hecho de nuestro proyecto de ciencias, tenemos listo nuestra estructura, tenemos el motor andando, pero ahora falta saber como podemos mover nuestro robot.
El movimiento en nuestro pequeño robot es una parte muy importante para poder cumplir con las misiones que luego le encomendaremos. Así que el siguiente objetivo es hacer que nuestro micro Frankenstein se mueva.
Como el ingenio humano no tiene límites, cada grupo de científicos ha intentado resolver el problema a su manera. Desde la rudimentaria hélice que ya describimos, pasando por simular el movimiento de las bacterias por medio de “brazos” o cilios que sirven para nadar hasta uno de los más prometedores basado en ADN.
Por lo novedoso de sus construcción y por ser el más avanzado técnicamente voy a describir un poco en qué consisten estas “piernas de ADN”.
Imaginemos un robot al que le colocamos dos piernas hechas de una cadena de ADN cada una. En su extremo distal, una proteína adhesiva para poder avanzar por las superficies por las que se desplaza. En el otro extremo próximo al cuerpo tenemos la hebra de ADN que codifica una proteína que actúa como switch ON. Al actuar esta proteína sobre la “pierna” ésta se mueve hacia adelante, la pierna avanza y la proteína “zapatilla” se adhiere al suelo. Pero mientras el segmento inferior se mueve hacia adelante, el superior rota hacia atrás y nuevo ADN codifica una nueva proteína que funciona como switch OFF y resetea la posición de la “pierna” para volver a su posición original y comenzar el ciclo de movimiento una vez más. Este movimiento se va alternando entre ambas “extremidades” lo que permite la vertiginosa velocidad de 30 nm por paso.
Y voilá! Tenemos nuestro micro Terminator capaz de matar un virus, una bacteria y con suerte un protozoo. Capaz de recorrer nuestro cuerpo y ejecutar las órdenes para las que están programados. Ahora veremos las posibles aplicaciones que se les puede dar a estos enanitos.
Posibles usos
Después de todo lo que hemos revisado en el presente artículo, nos queda claro que esta tecnología es el futuro de los materiales para uso cotidiano y específico.
Las aplicaciones son ilimitadas, desde papel higiénico más suave y que hace masaje simultáneamente mientras te limpias… la nariz hasta materiales ultra resistentes para nuevas naves espaciales. Intenté crear un pequeño resumen de los hechos que sucederán. Este es el resultado de mi mente delirante, pero basado en los últimos trabajos científicos y sus expectativas.
De Nanobots a NanoDocs
Entre los principales interesados en el desarrollo de esta tecnología ha sido la NASA. Como muchos avances en materiales y medicina, han sido impulsados por estudios de la NASA para mejorar la tecnología en sus viajes espaciales. Pero que interés ven ellos en la Nanotecnología?
Muy simple. Su meta es un viaje tripulado a Marte. Pero sabemos que con la tecnología actual sería imposible, ya que el ser humano no está hecho para vivir en condiciones de baja gravedad. Los músculos y los huesos son los primeros en sufrir estas consecuencias. Se pierde aproximadamente un 1-2% mensual de densidad ósea y aproximadamente lo mismo le pasa a los músculos que no deben realizar ningún tipo de esfuerzo para realizar movimientos.
Todo esto sin hablar de la radiación solar a la que los astronautas están sometidos, sin la protección de nuestra atmósfera. Y ya aprendimos la lección con los 4 Fantásticos, no expongas a tus astonautas a radiación gama… por que destruirán el mundo en venganza.
En el año 2020, la Tierra se alineará con Marte y en ese momento las condiciones son óptimas ya que la distancia a recorrer será la mínima. La solución que tienen en mente es desarrollar nano-doctores que puedan ser capaces de mantener el cuerpo de los astronautas en perfecto estado mientras realizan este tipo de misiones. El Señor NASA se encuentra trabajando contra el tiempo, ya que si no logran desarrollar esta tecnología para esa fecha, la próxima oportunidad con características similares se producirá el 2035.
Pero esta claro que no sólo la NASA se encuentra trabajando en la investigación de la Nanotecnología, así que pasaremos a revisar el universo de iniciativas y proyectos que se encuentran actualmente dando frutos. A partir de ahora entramos en el campo de la futurología y ciencia ficción, pero no son las ideas más locas de los escritores de Lost con LSD, sino que son las metas cercanas que los científicos esperan obtener de su trabajo en los años que vienen.
Esta clasificación fue realizada basándose en las fechas propuestas por los científicos o en la complejidad de la tecnología descrita.
Primera Generación
En un par de años aparecerá la primera camada de nanosensores. Éstos serán capaces de transmitir información desde el interior del cuerpo humano hacia receptores ubicados en el exterior de cuerpo. Información valiosa para el control de enfermedades crónicas o para combatir infecciones. Por ejemplo una persona diabética podrá usar estos dispositivos para ajustar su dosis de fármacos o que una alarma lo alerte que ha comida demasiados pasteles.
También veremos los primeros fármacos de liberación prolongada altamente eficientes. Fármacos que pueden mantener sus niveles en sangre constante y que no requiera ser administrados más de una vez al día.
La posibilidad de crear nanosensores que puedan detectar virus, bacterias, toxinas y incluso células específicas será un gran avance en el diagnóstico de enfermedades e incluso el tratamiento dirigido del cáncer. Se logrará unir nanosensores específicos para células tumorales que las sensibilizarán para que fármacos o terapias de radiación las maten sin alterar las células sanas circundantes.
El último avance de esta generación serán unos dispositivos que podrán crear moléculas desde el interior del cuerpo. Tomarán los aminoácidos circulantes y gracias a patrones preestablecidos serán capaces de sintetizar moléculas, enzimas, hormonas, etc. Estos dispositivos, todavía no nanométricos, ayudarán a transformar el cuerpo humano en una máquina más eficiente aún. Éste será el avance más significativo antes de pasar al siguiente nivel.
Segunda Generación
La técnica ya ha logrado minimizar a estas máquinas al nivel nanométrico y la capacidad de actuar. Aunque no inteligentemente, sí lo hacen gracias a señales dadas desde un dispositivo emisor que actúa como jefe de obras. Robots especializados serán introducidos a nuestro organismo para cumplir misiones específicas: reparadores, destructores, manutención, producción, etc.
Se iniciarán los implantes de nanobots sobre fracturas o sobre órganos dañados para que lancen y regulen las señales de reparación. Serán capaces de reclutar más células reparadoras y pongan más material a disposición de éstas para que hagan su trabajo.
Serán la nueva terapia para ayudar a parar hemorragias y recuperar heridas gracias a su capacidad de formar vasos sanguíneos.
Luego los científicos lograrán unir células madres a nanobots que mejorarán las terapias que actualmente se encuentran probando y tienen un par de indicaciones como tumores de médula ósea o infartos cardíacos para recuperar el tejido cardíaco muerto.
Finalmente los últimos integrantes de esta generación serán los nanobots que contarán con sensores que permitirán monitorear algo específico, informar al médico tratante y éste gracias al informe de los nanobots tomará una decisión que enviará al dispositivo de control para que le ordene a los nanobots comenzar a actuar. Probablemente a esta altura muchas de los tratamientos de este tipo se realicen a través de telemedicina. Incluso es lógico pensar que los teléfonos móviles de esos momentos serán capaces de captar toda la información transmitida por los robots y enviársela a los médicos.
Tercera Generación
El último estadío de la evolución de la nanotecnología será el desarrollo de la autoreplicación y la inclusión de IA. Funciones superiores necesarias para trasnformar a los Nanobots en NanoDocs.
La autoreplicación es clave para la efectividad de tratamientos masivos o al menos para pensar en robots que mantengan un cuerpo humano. Para lograr mantener las funciones vitales de un cuerpo es necesario un ejército de robots que viajen a través de nuestros vasos sanguíneos, entren en los tejidos blanco y realicen sus acciones. Además es necesario que tengan la capacidad de mantener un número constante ante eventuales pérdidas o malfuncionamiento. Es necesario que sean capaces de aumentar su número en caso necesario y posteriormente autodestruirse para volver a un “estado basal”.
El otro elemento indispensable para la evolución es la Inteligencia Artificial. Ya no necesitarán un dispositivo externo que decida por ellos. Cada uno será capaz de detectar una alteración y ejecutar la acción para la que están programados. En el caso de una infección serán capaces de sintetizar anticuerpos específicos para el patógeno o sensibilizar células inmunes para que ataquen un blanco que normalmente no detectarían.
El cuerpo humano cuenta con un sistema de autodestrucción de células tumorales muy eficiente, pero este sistema se desgasta y sería ideal contar con un sistema de respaldo ante eventuales fallas de nuestro sistema protector.
Esta claro que no requieren una IA muy avanzada, son solo patrones de acción-reacción por lo que los paranoicos que piensan en que los robots van a tomar control de su cuerpo pueden dormir tranquilos.
Aquí las posibilidades se expanden exponencialmente. Se podrá usar estos robots para prevención de enfermedades o para la curación. Los Nanodocs circulando por nuestro cuerpo nos mantendrían sano y ayudarían a mantener la vida por mucho más tiempo y en mejores condiciones que las que conocemos actualmente con la posibilidad de extender la esperanza de vida considerablemente.
Las enfermedades crónicas serían las más beneficiadas, las enfermedades autoinmunes y las degenerativas cortarían de raíz el problema al destruir el factor que las produce y al mismo tiempo reparar el daño. Los traumatismos requerirán menos tiempo para su recuperación gracias a la reparación dirigida por estos obreros nanométricos. Incluso pacientes que ya presentan daño se podrán ver beneficiados por las terapias con nanodocs.
Los procedimientos quirúrgicos serán realizados por una inyección de nanodocs especializados. Imaginen que las apendicitis puedan ser destruidas desde dentro por los robots o que un cálculo puede ser disuelto sin la necesidad de tener que pasar por una intervención quirúrgica.
Es importante clarificar que ninguna de estas tecnologías se encuentra disponible ahora ni en fase de pruebas. Faltan todavía elementos importantes que constituyen las bases para el desarrollo y proliferación de esta tecnología pero las metas están, la voluntad existe y sobretodo el dinero fluye incesantemente hacia estos proyectos.
The Grey Goo
Como la nanotecnología nació en una novela y no en un laboratorio, el gran conflicto que presentaba en la novela era un potencial descontrol de estos robots. El autor de «Engines of Creation», Eric Drexler, describió al “Grey Goo” como una masa sin forma compuesta de nanobots que se replican descontroladamente y lo invaden todo. Tal como una plaga bíblica, un tumor o la “nube de Lost”.
Técnicamente el peligro existe, sobretodo en el último estadío de la evolución, cuando los nanobots cuentan con el poder de autoreplicarse y con una IA.
Poniéndose en el peor de los escenarios, podría producirse un descontrol de la autoreplicación lo que podría traer consecuencias fatales en el cuerpo humano que pueden ir desde un aumento en la viscocidad de la sangre, acumulación de material en órganos vitales, reacciones alérgicas a los nanomateriales, mal funcionamiento de la IA y destrucción de tejido sano, etc.
Y finalmente el peor de los casos. Que los nanobots puedan escapar del organismo humano por medio de la sangre, orina o deposiciones e invadan todos los organismos vivos del planeta, lo que podría significar la muerte para ellos, ya que reconocerían todo como “no humano” y lo destruirían.
Claro que los científicos no han tenido que lidiar con esos problemas por el momento. Pero ya han ideado algunos mecanismos de resguardo. La autoreplicación podría controlarse por medio de un número limitado de replicaciones por robot o un tiempo predeterminado de acción.
Además se podrían desactivar los nanobots por medio de alguna inyección de emergencia que destruya su enzima para obtener energía.
El otro elemento peligroso que plantean algunos es la IA. Pero dado que las funciones que deben realizar al interior del cuerpo son muy básicas y como dije antes son principalmente de acción-reacción es prácticamente imposible que desarrollen una inteligencia propiamente tal que por ejemplo los impulse a autoprotegerse o autopreservarse más alla de la función programada.
Además estamos hablando de moléculas básicas de pequeño tamaño por lo que no van a contar con un procesador Pentium 8 de 60 cores que les permita realizar otra función que no se la programada.
El gran problema sería si alguien decide crear un arma basada en nanobots, que no contara con ninguna medida de control. Un escenario terrorífico que nos da evoca inmediatamente el gran poder destructor que podría tener el mal uso de esta tecnología.
Pero el único peligro que existe en este momento para la salud humana no son los nanobots, sino que los nanomateriales. Dadas sus minúsculas dimensiones, escapan de todo control natural y pueden atravesar las barreras naturales como la piel o sistema inmune.
Actualmente se encuentra en estudio posibles reacciones cancerígenas asociadas a los nanotubos de carbono, que actuarían de la misma forma que el asbesto. Al ser tan pequeños se pueden desprender de fibras que los contengan y viajar por el aire y depositarse en los pulmones o migrar a cualquier órgano del cuerpo.
Además existe el riesgo de una reacción alérgica o inmune contra estas moléculas extrañas para el organismo. Por lo que los científicos están preocupados en estos momentos de hacer estos materiales amistosos con el medio ambiente y los seres humanos.
Conclusión
Nos encontramos en un momento histórico en el desarrollo de la ciencia. Sin lugar a dudas se puede afirmar que ésta es la tecnología más importante que va a desarrollar el ser humano en los próximos años. Todas las tecnologías van a converger hacia la nanotecnología ya que permite la manipulación de lo que creamos desde el nivel básico. Además tiene aplicaciones en todos los campos de la técnica humana.
El campo de la medicina es el que más nos permite soñar, pero ya existen ejemplos en la actualidad sobre usos de la nanotecnología y sobretodo de los nanomateriales. Lentes ópticos que no se rayan, telas que no se manchan, materiales de construcción con características asombrosas: peso, flexibilidad, resistencia, etc.
Las posibilidades benéficas son ilimitadas y desde el punto de vista tecnológico no deja de ser impresionante, pero igualmente inquietante. A partir de mañana dejaremos de ser humanos y nos transformaremos en una especie de híbrido post humano con la capacidad última de modificarnos a nosotros mismos sin precedentes y extender nuestras propias vidas a niveles que no imaginamos todavía.
Este es el punto donde saltan miles de preguntas. ¿Cuánto debemos vivir? ¿Cuáles son los límites que estamos dispuestos a aceptar? ¿Tenemos el poder de Dios en las manos?
Los invito a reflexionar sobre el tema y compartir sus ideas, fantasías sobre el tema y sus propias preguntas en profundidad en NUESTRO FORO.
Fuentes:
Euroresidentes 1
Euroresidentes 2
Euroresidentes 3
Euroresidentes 4
Euroresidentes 5
Foresight 1
Foresight 2
Nanotechweb 1
Nanotechnow 1
Nanotechnow 2
Nanotechnow 3
Wikipedia – Nanobot
Hispamp3
A-Life: Investigación sobre Evolución y Vida Artificial
Nanobot Design 1
Nanobot Design 2
DailyTech
NanoWerk
Diario La Republica
SitiosArgentina
El Mundo
Roland Piquepaille
Creamos el Futuro
Connexions
Nanotechnology The A to Z of Nanotechnology
IEEE Xplore
University of Illinois at Urbana-Champaign
Prototyping Bio-Nanorobots using Molecular Dynamics
Ars Technica