Una baja de precio en la industria de los semiconductores es siempre bienvenida, esto repercute notablemente en los costos de manufactura del hardware, en este caso específicamente el costo de manufactura de las placas madres, donde cada ensamblador debe comprar los distintos tipos de controladores que incorporaran en sus placas (audio, firewire, usb etc) a terceras compañías y más aun cuando los ensambladores no compran una, sino miles de unidades de estos controladores para integrar en sus placas. Así reduciendo estos costos, también se reducen los precios finales a los usuarios.
En este contexto el fabricante japonés NEC, que actualmente es el mayor proveedor de controladores USB 3.0 de la industria con el 90% del mercado, planea hacer un recorte de precios a su primera y segunda generación de controladores USB 3.0 (SuperSpeed USB) a partir del último trimestre de este 2010. Luego de esto, en el primer trimestre del 2011 lanzará su próxima-generación de controladores USB 3.0, los cuales vendrán con mejoras en el rendimiento y reducción en el consumo, se menciona que la tercera generación se venderá a un precio por debajo de los US$2 por chip.
Este recorte de precios de la firma japonesa en virtud de mantener su cuota de mercado ante la competencia que para finales de año se espera que lancen también sus respectivos controladores. Entre las compañías están las taiwanesas ASMedia Technology (subsidiaria de Asustek Computer); VIA Technology; Etron Technology y la norteamericana Fresco Logic, claro que estas empresas aun deben pasar la certificación de sus controladores ante la USB-IF (organismo que controla el estándar) y se espera que entre Octubre y Noviembre comiencen a despachar sus chips.
Desde luego no debemos dejar de lado a AMD, que por ahora no soporta de manera nativa en sus chipset el estándar (utiliza un controlador NEC) y ni hablar de Intel que se ha resistido a soportar la tecnología en sus propios chipset hasta nuevo aviso, pero es cosa de tiempo para que esto ocurra, más allá que Intel tenga otros planes.
En fin una baja que de alguna u otra forma debería reducir los costos de manufactura y por ende el precio final de los productos, además la competencia siempre es beneficiosa en virtud de los costos y la calidad de lo que se ofrece.
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