La incorporación de todo un ejército de robots en los campos de batalla, provenientes de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, ha sido producto de una fuerte investigación en esa área, avalada por grandes sumas de dinero. Claramente, el objetivo es lograr resguardar la vida de los soldados usando todo tipo de vehículos no tripulados que puedan cumplir una variedad de funciones. Generalmente, la misión de estos dispositivos ha sido la de entregar información aérea del campo de batalla, tal y como se muestra, por ejemplo, en el conocido juego Ghost Recon: Advanced Warfighter, en el cual se puede utilizar un aparato que vuela a gran altura para vigilar los movimientos del enemigo. Sin embargo, los esfuerzos de la milicia del país del norte han ido girando y buscan introducir a estos robots más y más en la acción directa dentro del teatro bélico.
El año pasado, se supo del iRobot PackBot, el cual era capaz de detectar el fuego de un arma AK-47 gracias a su sistema denominado Robot Enhanced Detection Outpost with Lasers («Estación Robótica de Detección Mejorada Con Láser» o «REDOWL«). Por otro lado, hace unos meses atrás, apareció una nueva versión del iRobot, llamada SUGV Early, cuyas iniciales significan Pequeño Vehículo Terrestre No-Tripulado («Small Unmanned Ground Vehicle«), el cual incluso era más liviano que su antecesor.
Actualmente, el Ejército de los Estados Unidos ha dado un gran paso en el sector de robots para escenarios de batalla con su nuevo Sistema de Armas Especiales de Acción Directa de Reconocimiento y Observación Remota o SWORDS («Special Weapons Observation Remote reconnaissance Direct action System«). Tres de estos dispositivos fueron enviados a Iraq y sus capacidades permiten poner a los soldados fuera de riesgo durante un combate.
Cada robot puede cargar tres ametralladoras M249 las cuales son controladas por un soldado a través de un Terminal remoto. Esto implica que cada disparo hecho por el robot debe ser aprobado por un soldado, lo cual significa que el aparato no empezará a disparar sin previa autorización de éste.
Hasta ahora, no se disponen de fotografías del robot en acción.
Según John Saitta, Consejero y Consultor de Smart Business,
«Cada vez que tu utilizas tecnología para poner a un miembro al servicio de los Estados Unidos fuera de peligro, vale cada centavo
invertido. Estos robots armados pueden ser usados como un multiplicador de fuerza para aumentar una fuerza ya significativa en el espacio de batalla.»
El Ejército se encuentra feliz con los tres dispositivos que posee, e incluso ha solicitado 80 más para ser usados en combate. Lamentablemente para esta Institución, fondos adicionales para la compra no han sido aprobados.
De acuerdo a Michael Zecca, Gerente de Programación de SWORDS,
«A medida que los soldados los usan y les gusta, yo he recibido retroalimentación positiva; ellos quieres 20 más inmediatamente.»