En una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, es importante destacar no sólo lo que tenemos pendiente en cuanto a derechos que aún faltan por alcanzar, sino también revisar los avances y el tremendo aporte que ha significado la incorporación femenina en el campo laboral, especialmente en aquellos que, hasta hace algunos años, se veían como de participación preferentemente masculina.
La incorporación de mujeres ha traído consigo cambios importantes en los diversos climas laborales. En el caso de la construcción e inmobiliaria, por ejemplo, en las obras que tienen participación femenina, hay un ambiente más respetuoso y amable, lo que ayuda a la construcción de un ambiente laboral más propicio. El trato entre hombres suele ser más “rudo” y “tosco”, sin que esto signifique malos tratos, pero, cuando hay una mujer, habitualmente hay más cuidado en el uso del lenguaje y las formas de comunicación, lo que a la larga, beneficia a todos al fomentar un espacio de trabajo preocupado de las formas de trato.
En términos de liderazgo la incorporación femenina también ha propiciado cambios importantes, lo que son palpables. Tradicionalmente se consideraba como buen líder a aquella persona que imponía autoridad y con capacidad de controlar e incluso, ocultar sus emociones. Hoy, el perfil para puestos directivos y gerenciales incluye habilidades blandas y de inteligencia emocional, que durante mucho tiempo se asoció como atributo femenino. Esa línea que dividía lo femenino de lo masculino, en la actualidad se disemina, para incorporar la emocionalidad y la autoridad como atributos complementarios, que son esenciales para asegurar un manejo responsable y respetuoso de los equipos de trabajo.
Pero aún hay desafíos, como por ejemplo la equidad salarial y una mayor participación en cargos gerenciales o directivos. Para avanzar en ambos frentes, y también en la recuperación de puestos de empleo femenino que se vieron afectados durante la pandemia, es fundamental visibilizar el aporte de las mujeres en sus respectivas áreas de participación así considerar las diferencias propias del género, que constituyen un aporte complementario a lo que conocemos tradicionalmente. Lo anterior será un factor de inspiración para que más mujeres estén dispuestas a entrar al mundo laboral y más empleadores a buscar incorporar en sus empresas más liderazgo femenino.
Mujeres destacadas hay en todos los rubros, pero no siempre se ha dado visibilidad a su participación y aporte en su quehacer
Mujeres destacadas hay en todos los rubros, pero no siempre se ha dado visibilidad a su participación y aporte en su quehacer. La Cámara Chilena de la Construcción hace lo suyo con su premio Mujer Construye, que este 2022 tendrá su segunda edición. El objetivo es avanzar en la participación femenina en el rubro a todo nivel, en obra, en cargos directivos y en el gremio, que en esta industria aún es baja, así como también destacar buenas prácticas de inclusión laboral y desarrollo femenino.
En orden de que el talento y conocimiento puedan ser un aporte sustancial en el campo laboral, necesitamos despojarnos de los prejuicios asociados al género, y ser capaces de compartir nuestras responsabilidades en todos los aspectos de nuestro día a día. De esta manera seremos capaces de propiciar espacios para que cada cuál pueda mostrar sus talentos tanto en el trabajo como en el hogar, así hombres y mujeres encontrarán su complemento en los diversos ámbitos que nos toca desarrollar como personas.
Columnista Invitada: Carolina Garafulich, Gerente general PlanOK