Durante la conferencia del G-20 en Pittsburgh, USA, se realizaron diversas protestas en oposición a como los mandatarios lideran el mundo, pero tal parece que un anarquista de 41 años fué demasiado lejos al postear información policial en Twitter.
Lo que Elliot Madison posteó en Twitter aparentemente eran coordenadas de dónde se encontraban las fuerzas policiales, información que los protestantes utilizaron para no ser arrestados. Obviamente al FBI y la policía local no les gustó quedar como incompetentes, por lo que arrestaron a madison bajo los cargos de uso criminal de un edificio de comunicaciones, posesión de instrumentos criminales y obstrucción a la justicia.
El edificio utilizado para las actividades criminales no era más que un hotel, mientras los «instrumentos criminales» eran un par de computadores utilizados para actualizar los estados de Twitter y un escáner policial para escuchar comunicaciones. Como si no fuera suficiente registraron su departamento durante 16 horas mientras estaba detenido llevándose equipos electrónicos, ropa, reportes financieros y -atención, que es lo más importante del allanamiento- una máscara de gas y una foto de Lenin.
La idea no es defender a muerte a un bando y pedir la cabeza del otro sin saber en qué punto transmitir información en Twitter se convierte en algo criminal. De partida tanto la radio policial como Twitter son transmisiones que pueden ser oídas por quien quiera y la policía sigue utilizando comunicaciones sin encriptar con toda la tecnología existente. Tampoco sabemos si el tipo simplemente anunciaba que la policía iba a la intersección de X con Z o si la policía estaba en el sector A y era mejor reagruparse en el sector B que está desprotegido.
¿Encuentran válida la detención de este protestante?