Hace dos meses les conté que en una maniobra donde participó la prensa, la policía y los ISP se dio de baja la conexión a Internet del proveedor de servicios McColo, que resultó prestar servicios a una gran cantidad de individuos que desarrollaban actividades como la infección y control remoto de computadoras, venta de medicamentos (sí, de esos que sirven para hacer tu relación más duradera) y relojes falsificados, desarrollo de antivirus que en realidad son spyware e incluso el control de redes de pornografía infantil. Como se enteraron en su momento, la baja de McColo significó una caída de un 66% en el tráfico de spam a nivel mundial (lo que es sencillamente notable) aunque los expertos tenían claro que en pocos meses la situación volvería a la asquerosa normalidad.
La nota de hoy es a causa de esa vuelta a la normalidad. El recién pasado lunes, Message Labs (empresa que trabaja en esto del filtrado de emails fraudulentos), mostró un reporte donde se ve que los niveles de spam entre diciembre y enero subieron casi un 5%, y si consideramos que en diciembre el spam que circulaba por los tubos era casi un 75% del que había cuando McColo está operativo, significa que no hay vuelta. El spam, aún cuando es altamente inefectivo (chequeen esta nota que escribí acerca del tema) sigue siendo inexterminable (puede que cierren un ISP por trabajar para los spammers pero en corto tiempo los delincuentes se buscan otra guarida), y de hecho ya hay informaciones que hablan de un ataque masivo esperado para el 14 de febrero, San Valentín para los gringos.