La policía mexicana realizó una redada a las oficinas de Sony México en donde se confiscaron más de 6.300 CDs y medios de almacenamiento que contenían música y demases del artista Alejandro Fernandez.
Todo comenzó como una disputa luego de que el contrato de Fernandez con Sony caducó el 2008 y decidieron utilizar temas inéditos del artista para lanzar lo que promocionaron como el octavo álbum de su carrera junto a fotos y videos de su persona, algo que no le hizo mucha gracia a Universal, con quien el artista está trabajando ahora. Su abogado resumió la situación de la siguiente manera
Lo que hizo Sony estuvo mal y fué ilegal asumir que podían utilizar esos temas que no fueron parte de discos anteriores y lanzarlos como un octavo álbum como si fuera nuevo material sobre el cual tienen derechos. Está perfectamente claro que el contrato de la compañía está limitado a 7 discos.
Sony por su parte decidió enterrar la cabeza bajo la tierra y no ha querido referirse a lo ocurrido con el artista y sus discos.