Army of Two jamás ha un sido un video juego sumamente exitoso, pero es lo suficientemente entretenido para formar una fuerte base de fanáticos. Durante los últimos dos títulos de esta saga Army of Two ha tratado de definirse y hacer algo propio de un género demasiado re-usado en la industria de los video juegos sin éxito. Este año salió la tercera entrega de la saga, con la misma acción supermegamachote y los mismos diálogos que harían sentir a los escritores de Los Indestructibles como genios literarios.
Dejamos a los no tan memorables protagonistas de los dos títulos anteriores, Salem y Rios, para tomar el rol de otros dos protagonistas igual de genéricos y poco memorables denominados Alpha y Bravo. La historia es lo que uno esperaría de AoT: cliché, poco interesante y ahora con el típico estereotipo de los carteles y la cultura mexicana, la típica mujer protagonista de la cual ni siquiera te acordarás de su nombre al terminar el juego y un villano que supuestamente deberíamos odiar por una razón que el video juego jamás dejó clara desde un principio.
Junto con dialogos que te harán girar los ojos en disgusto, lleno de bromas sobre gays y sus madres además de comentarios de lo machotes que son Alpha y Bravo AoT: The Devil’s Cartel es peor que una película de acción de los 80 con bajo presupuesto. En lo que concierne la acción, es claramente el enfoque de este título; con extensas «galerías de tiro» donde flacuchentos mexicanos corren como monos tratando de dispararte mientras tú y tu compañero gozan aniquilando lo que equivaldría a la población entera de un pequeño pueblo una y otra y otra y otra y otra vez durante 8 horas hasta que finalmente salen los créditos.
Gameplay
AoT siempre se ha tratado sobre trabajo en equipo, por lo que si puedes sacarle un poco de diversión a The Devil’s Cartel es jugando con algún amigo. Distrayendo y flanqueando enemigos es como mejor progresas por cada nivel y cada vez que derrotas a algún enemigo ganas puntos que te servirán para comprar diferentes mejoras o personalizaciones para tus armas como también personalizaciones para tu personaje, además tienes la posibilidad de crear tu propia máscara lo que honestamente es bastante entretenido. También a medida que vas aniquilando oponentes vas llenando una barra que al completarla podrás activar el modo «Overkill» donde tus balas hacen mucho más daño, eres indestructible y todo ocurre en cámara lenta.
Pero a pesar de que AoT sea una saga principalmente cooperativa, aún no arreglan problemas cruciales que han tenido desde el primer título de la franquicia. Aún no puedes hostear una partida para que un amigo se una en línea en cualquier momento ya que todavía tienes que esperar terminar un capitulo para que recién este pueda entrar. Además, el juego está lleno de glitches que te imposibilitan continuar por la campaña, como cuando necesitas abrir una puerta junto con tu compañero y uno de los dos jugadores queda trancado y te ves forzado a reiniciar la partida desde el último checkpoint.
Además de toparte con un gran signo de exclamación y una pared invisible para esperar eternamente que el juego cargue la siguiente sección del nivel (los cuales no son para nada grandes ni visualmente complejos), The Devil’s Cartel está lleno de momentos que te quitan abruptamente de la experiencia.
The Devil’s Cartel está diseñado con Frostbite 2, el motor gráfico de Battlefield 3, pero a pesar de esto tiene mecánicas y gráficas sumamente mediocres, sin siquiera mencionar la IA de los enemigos que simplemente se ponen al frente tuyo para asomar sus cabezas de vez en cuando para dejar que los mates sin ofrecer ningún nivel de desafío ni siquiera en el modo más difícil.
Multijugador
¿Te gustaba el Modo Competitivo? ¿Te gustaba Extraction? Bueno, mala suerte. The Devil’s Cartel no consta con estas modalidades de juego, sino con un «nuevo» modo llamado Conctracts donde tratas de mantener tu modo Overkill por el mayor tiempo posible. Y eso es todo lo que merece ser mencionado de esta modalidad.
Sin embargo, decidieron alargar la campaña principal justamente para balancear la falta de modalidades cooperativas en línea. Lo malo de esto, es que con diseño de niveles tan similares unos con otros y con exactamente los mismos enemigos durante toda la campaña The Devil’s Cartel se convierte en una experiencia completamente repetitiva y aburrida.
Conclusión
Con tantos gliches, una historia tan cliché, personajes tan genéricos y niveles tan aburridos The Devil’s Cartel es el fracaso definitivo para tratar de levantar esta franquicia y hacerla algo original y entretenido. AoT jamás ha sido una saga mediocre, pero ya con un una tercera entrega que comete no solo los mismos errores si no que más aún y además te ofrece menos modalidades, no mereció haber salido al mercado por $60 dolares.
