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Review Samsung Galaxy S20 Ultra LTE (SM-G988B)

Samsung ha ido jugando con sus líneas para la alta como si fuesen un chicle especialmente en el último año, y para los Galaxy S de este año ha dejado claro que uno, y sólo uno, es la joya de la corona por muy empatados que estén en algunas características.

Lo hemos comprobado en el análisis del Samsung Galaxy S20 Ultra, un móvil que estrena un apellido que es toda una declaración de intenciones. Es el más grande de los tres Galaxy S20, y el que integra un set de fotografía más completo, alcanzando configuraciones de RAM más altas que el resto como también el mismo terminal es más alto y más grande que éstos y otros Galaxy S.

En sus especificaciones técnicas, tenemos:

PANTALLA Dynamic AMOLED 6,9″
QHD+, 511 ppp
HDR10+, 120 Hz
PROCESADOR Exynos 9 990
7nm, 64 bits
Octa-core (Samsung Mongoose M5 (Dual core / 2730 MHz) + ARM Cortex A76 (Dual core / 2600 MHz) + ARM Cortex A55 (Quad core / 2000 MHz))
GPU ARM Mali G77 MP11
MEMORIA RAM 12 / 16 GB LPDDR5
ALMACENAMIENTO 128 / 512 GB + MicroSD 1 TB
BATERÍA 5.000 mAh
RESISTENCIA Protección IP68
BIOMETRÍA Sensor de huellas bajo pantalla
Reconocimiento facial
SOFTWARE Android 10 + OneUI
CÁMARAS TRASERAS
    • Ultra angular: 12 MP, 1,4µm, f/2.2
    • Angular: 108 MP, 0,8µm (12 MP, 2,4µm), f/1.8, OIS
    • Telefoto: 48 MP, 0,8µm (12 MP, 1,6µm), f/3.5, OIS
    • Zoom: óptico híbrido 10x, digital 100x
    Sensor ToF
CÁMARA FRONTAL 40 MP, 0,7µm (10 MP, 1,4µm), f/2.2
DIMENSIONES Y PESO 166,9 x 76 x 8,8 mm
220 g
CONECTIVIDAD 5G, SA/NSA, sub-6
LTE Cat20 hasta 2 Gbps
WiFi ac 4×4 MIMO
NFC

El mayor de los Galaxy S20 no sólo es más grande, sino que dispone de un notorio módulo para sus cuatro cámaras. El teleobjetivo, cuadrado y en la parte inferior, queda solo al lado de una inscripción que recuerda el zoom digital de hasta 100x que tanto se destacó en su presentación.

El módulo sobresale bastante, lo cual suele facilitar que se acumule polvo y suciedad con más facilidad que soluciones más integradas. Tiene acabado en brillo como el resto de la trasera, quedando las huellas dactilares y grasilla de los dedos con bastante facilidad, aunque sin ser algo fuera de lo esperado en una trasera de cristal.

Eso sí, se trata de un móvil que aúna tres propiedades que juntan facilita que se resbale mucho: es alargado, grande y el acabado no tiene grip o rozamiento alguno.

Son 220 gramos de móvil, algo que quizás sorprenda menos que hace un par de años cuando la diagonal media era menor, pero que a efectos prácticos sigue siendo un peso alto para un smartphone. Hay que tener en cuenta que lleva una pantalla de prácticamente 7 pulgadas, media más que muchos gama alta grandes, y que integra una batería de 5.000 mAh, pero aunque logre en cierto modo ser compacto no quita que sea pesado y pueda llegar a cansar si lo sostenemos un rato (jugando, viendo vídeos, etc.)

Habiendo hablado ya de la comodidad y el peso, es interesante abordar las líneas de diseño. Líneas literales que ahora se curvan menos en la parte frontal, algo que se agradece dado que la curvatura más pronunciada en la pantalla normalmente da más problemas en la interpretación de los gestos por parte del dispositivo y el software.

De este modo, el móvil no es simétrico hablando de un plano coronal (si partiésemos el smartphone por la mitad para dividirlo en su trasera y su frontal), lo cual no es ni mucho menos un reproche. Al contrario, la curvatura casi circular que dibuja la trasera ayuda al agarre en conjunto con el marco metálico, delgado y plano, con lo cual la construcción está bien acabada y es ergonómica.

Novedades hablando del panel de estos Samsung Galaxy S20, aunque algo entrecomilladas. Toda la familia mantiene el WQHD+ que caracteriza a los buques insignia de la marca desde hace años, y además se incorporan los 120Hz de tasa de refresco.

Aunque disfrutar de esta frecuencia implica pagar precisamente con la moneda de la resolución, dado que con WQHD+ sólo podremos quedarnos en 60 Hz (lo que viene a ser la frecuencia estándar). Así, hablamos de una pantalla Dynamic AMOLED de 6,9 pulgadas con resolución de 1.440 x 3.200 píxeles (511 píxeles por pulgada), soportando HDR10+ y, como ya hemos comentado, perforada para la cámara frontal.

El panel da una muy buena experiencia a nivel de visualización de contenidos de cualquier tipo, sobre todo cuando lo tenemos en WQHD+. La densidad de la pantalla casi supera lo esperado en un teléfono de estas características y el contenido de alta definición se disfruta especialmente, además de la lectura.

Rendimiento

El Samsung Galaxy S20 Ultra es el encargado, como los otros dos S20, de estrenar procesador en un nuevo año. La configuración para el mercado EMEA integra este Exynos 990, acompañado de 12 ó 16 GB de RAM (nosotros hemos probado el modelo de 12 GB). El tipo de RAM es LPDDR5, la cual en teoría implica un menor consumo que la LPDDR4, y en cuanto al almacenamiento se mantiene el UFS 3.0 que estrenó en su momento el Samsung Galaxy Fold.

12 GB de RAM, no son una novedad per sé, pero sigue siendo una cantidad considerable de RAM que no es algo habitual. En breve hablaremos de más números y pruebas de rendimiento, pero está claro que cuando 6 y 8 GB nos dan buena experiencia con tareas exigentes los 12 GB tampoco iban a ser menos.

De hecho, vemos que además se ha hecho un buen trabajo a nivel de diseño y disipación del calor. El teléfono apenas aumenta de temperatura cuando jugamos o estamos horas usándolo con la cámara, de modo que no se nota ningún aumento de temperatura llamativo ni hay cierres de apps relacionados. Curiosamente, cuando más hemos notado el calentamiento ha sido compartiendo red, y no tanto con un uso multimedia.

Cámaras

Al fabricante surcoreano parecen gustarle más los titulares sobre aspectos de la cámara que a un niño un caramelo y, aunque este año por fin han desistido con la apertura dual, pareció que mostraron cierto regocijo con su sensor de 108 megapíxeles y el zoom digital de hasta 100x. Esto es cosa del S20 Ultra, dado que la configuración que integra el mayor de los Galaxy S20 es superior a la de los otros dos, componiéndose del triplete de moda junto con un sensor ToF:

  • Cámara principal con sensor de 108 megapíxeles (píxeles de 0,8µm) con una lente angular con apertura f/1.8 y estabilización óptica.
  • Cámara ultra gran angular con sensor de 12 megapíxeles (píxeles de 1,4µm) y lente con apertura f/2.2.
  • Teleobjetivo con apertura f/3.5 y estabilización óptica de imagen con un sensor de 48 megapíxeles (píxeles de 0,8µm).
  • Sensor de profundidad.

Sobre el papel, más interesante casi que el número de megapíxeles es que este sensor es unas 1,7 veces más grande que el que integraba la cámara principal del S10+. También cabe recalcar que las cámaras recurren al pixel binning, llamado en esta ocasión Nonacell al fusionar grupos de 9 píxeles (3×3) para obtener fotos de 12 megapíxeles, buscando dar más iluminación y detalle (con píxeles que pasan de ser de 0,8 µm a 2,4 µm).

Samsung habla de “zoom híbrido óptico”, un término bastante confuso que no deja claro en un primer momento de que tipo de zoom se habla. A falta de tener las distancias focales, lo que vimos es que el tele de este S20 Ultra debería dar algo menos de 4x, si bien lo que destacaban es ese zoom de 100x que claramente es digital y que se obtiene con el trabajo conjunto del sensor de 108 megapíxeles y el de 64, según detalló la marca.

Lo que destaca también de las capacidades de estas cámaras y su software es que además de tener dos estabilizadores, el gran angular sigue siendo de 123 grados (teniendo uno de los campos más amplios en grandes angulares de móviles) y que podemos grabar en 8K. Pero para ver qué podemos hacer con cada lente, mejor darnos el habitual paseo por esta app, ya conocida pero readaptada para este terminal y sus nuevas funciones.

El cambio de lentes dispone de accesos directos en la interfaz para el ultra gran angular (0,5x) y el teleobjetivo (5x), así como del zoom gradual o botones para 0,5x, 1x, 2x, 4x, 10x, 30x y 100x. Es un cambio que funciona bastante rápido en el modo foto y que veremos qué ocurre con el del vídeo posteriormente, avanzando ya que en no todas las resoluciones o fps podremos hacerlo.

En general vemos fotos con poca pérdida hablando del telefoto (sobre todo hasta 5x). El zoom híbrido (o como quieran llamarlo en Samsung) se defiende y también tiene poca pérdida de día, pero el digital es algo casi testimonial: los disparos a 100x son borrones y requiere tal estabilización que rara vez recurrimos a él esperando algo mínimamente definido.

 

Batería

La exigencia a las baterías es cada vez mayor por parte de ciertos componentes, pero también lo es el volumen disponible para las mismas ahora que la diagonal media de pantalla se acomoda en torno a las 6,5 pulgadas, En este caso, el voluminoso chasis del Galaxy S20 Ultra alberga una pila de 5.000 mAh, una cifra que sobre el papel sigue siendo destacable aunque no sea de récord.

Lo que nos dure una carga dependerá en primer lugar de cómo tengamos configurado el móvil a nivel de tasa de refresco; la marca ya lo advierte en la propia configuración, dado que el consumo energético con 120 Hz es mayor. La diferencia puede llegar a ser de más o menos tres horas, dependiendo mucho del uso que hagamos (sobre todo de las horas de pantalla).

Con esto, la autonomía promedio del Galaxy S20 Ultra no da unas cifras brillantes o lo que a priori podamos esperar de una batería de 5.000 mAh, pero teniendo en cuenta que son 6,9 pulgadas de panel y dicha tasa de refresco tampoco está mal. La autonomía media es de unas 21 horas, con algo menos de 6 horas de pantalla.

En lo que sí destaca es en la carga rápida. Con el cargador que se entrega con el móvil se completa una carga entera desde el 0% (y con el móvil apagado) en 1 hora y 1 minuto, lo cual es bastante llamativo y compensa en parte el hecho de no tener una autonomía mejor o más cercana a la jornada y media que llegan a tener estas pilas en móviles Android.

Palabras Finales

El Samsung Galaxy Ultra nos da sensaciones varias en este sentido. No nos ha convencido de una manera absoluta ni nos ha parecido que cumple al 100% esa sensación de “bestia parda” que trae su apellido y su ficha técnica, pero parece la materialización de que se han tomado ciertas buenas decisiones, de que se han puesto los adoquines de un nuevo camino en lo que parece una mejor dirección.

La pantalla de 120 hercios es un gran aliciente. Una lástima que se tenga que renunciar a la máxima resolución y que repercuta en la autonomía, pero es una fluidez que una capa tan hambrienta como One UI agradece mucho y mejora mucho la experiencia para quienes valoramos ese aspecto en la interacción usuario-interfaz.

En general es un móvil completo y competente, con una configuración interesante y un desempeño que cumple expectativas a varios niveles. Veremos cómo queda con respecto a sus futuros oponentes en una comparativa que tras probar este móvil tenemos aún más ganas de hacer.

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