Libertad, Igualdad y Fraternidad son los archiconocidos principios de la revolución francesa, pero al parecer los usuarios de internet en el país galo tendrán que olvidarse de ellos debido a una ley de «respuesta graduada» aún más abusiva que las que se quieren implantar en Italia o Irlanda.
Tal como se desea implementar en diversos lados, la sanción por realizar descargas ilegales sería «la expulsión de Internet». A la primera infracción se le envía un correo electrónico al usuario, a la segunda infracción se le envía una carta certificada y a la tercera se le prohibirá el uso de internet y entrará a una lista negra para que ningún ISP pueda otorgarle servicio por un periodo que va desde los tres meses hasta un año.
Esta nueva ley, llamada oficialmente «Création et Internet» también se conoce como «Loi Olivennes» en honor a la cabeza del gigante de la electrónica Fnac, quien propuso junto a la idea implementar un gran hermano grupo de control llamado HADOPI (acrónimo en francés para «alta autoridad para la difusión del trabajo y protección de los derechos en el internet») y su carácter urgente por parte del gobierno hará que esta se discuta hoy en el senado francés.
Como si expulsarte del internet no fuera suficiente, los puntos con acceso público a redes WiFi sólo podrán acceder a sitios dentro de una lista blanca, de lo contrario te arriesgas a ser penalizado también. Para realizar esto debes instalar un -oh, sorpresa- software propietario y de pago.
Los ISP por su parte contarían con permiso para redirigir conexiones en aras de la protección ya que es «esencial para proteger los derechos de creadores y productores, pero puede proveer una solución sensible y proporcionada que funcionará efectivamente en la práctica».
Este proyecto está mal en tantos niveles que Montesquieu debe estar revolcándose en su tumba como un epiléptico en una fiesta rave. La Eurocámara se ha opuesto férreamente a esta ley y de ser aprobada podría incluso eliminar a Francia de ésta, debido a que estarían negando el derecho a la libertad, algo que la Eurocámara garantiza con el derecho a acceder a la información.
Es más, esta ley creará un daño colateral enorme al atacar directamente a quienes no aseguren sus redes inalámbricas -como si esta tecnología fuera a prueba de fallas- y tomar una actitud de ignorancia total. ¿Se le prohibe acaso el ingreso a todos los establecimientos que venden tabaco a un padre que sólo ha sido acusado de (sin siquiera ser juzgado y declarado culpable) que su hijo fume con menos de 18 años? ¿Por qué existe una ley que pasa sobre mis derechos básicos de un juicio justo ante los tribunales de justicia? El que un privado tenga una autoridad tal de por sí es malo, y si a eso agregamos un conflicto de intereses es peor aún.
Económicamente tampoco es amigable. La ley indica que la suspensión del servicio no significa que debes dejar de pagarlo, y si decides cancelar tu contrato aún debes pagar la tarifa de término de contrato anticipado que el ISP fija. Qué generoso, ¿No?
El gobierno francés a modo de compensación hace la generosa oferta de que la industria del entretenimiento debe abandonar la mayoría de sus DRM y los DVD saldrían muchísimo antes que en el resto del mundo, pero eso sólo aumentará la piratería y convertirá a Francia en el epicentro de filtraciones de nuevos lanzamientos.
Tampoco se ofrecen mejores alternativas, como que -por ejemplo- se pueda optar voluntariamente a pagar una tarifa compensatoria a los artistas para poder realizar descargas sin ser molestado, y quienes no quieran pagar porque no usan su conexión a internet para eso no tienen nada que temer, es una situación que satisface a todo el mundo excepto a las empresas, que creen que los usuarios correrán a comprar el contenido ahora que no pueden obtenerlo gratis.
En términos de software y libertad de hardware tampoco tendremos muchas caras felices. ¿Qué pasará con los usuarios de Linux, Unix, Solaris u OS/X? ¿Qué pasa si deseo conectar mi impresora, cámara, escáner o gadget de turno por wifi pero éste simplemente no funciona con el software de «control», me convierte eso en un pirata y merezco quedarme sin internet por tratar de hacer funcionar algo que compré legítimamente?
La única esperanza que queda es que los ciudadanos franceses se alzen como lo han hecho cada vez que lo han necesitado y eviten que leyes de este tipo -siendo un poco patriótico- sean aprobadas por la razón o la fuerza. El Conseil Constitionnel (consejo constitucional) debe aprobar la constitucionalidad de la ley y tiene el poder suficiente como para censurarla o derogarla, pero lamentablemente se ha mostrado como un organismo débil y un simple títere ante otros casos similares, por lo que Francia y todos quienes apoyan la neutralidad de la red dependen casi exclusivamente de la intervención de la Unión Europea.
[Ley HADOPI (con traducción en inglés)]