La peor pesadilla de muchos autores de ciencia ficción ha sido siempre la rebelión por parte de los robots frente a sus «amos humanos». Ficción que hoy en día es bastante cercana a la realidad.
De acuerdo a las leyes de la robótica del escritor Isaac Asimov, tenemos lo siguiente:
Ley 1.- «Un robot no puede lesionar a un ser humano, o, por medio de la inacción, permitir que un ser humano sea lesionado».
Ley 2.- «Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley».
Ley 3.- «Un robot debe proteger su propia existencia en la medida que esta protección no sea incompatible con la Primera o Segunda Ley».
Pues bien si bien las leyes de robótica de Asimov dicen una cosa, los robots de guerra utilizados hoy en día distan mucho de regirse por dichas leyes, ya que muchos de ellos son claramente artefactos de destrucción. El problema ocurrido con algunos de los robots de guerra del ejercito de Estados Unidos, específicamente los TALON SWORDS, es que han tenido problemas de funcionamiento que han puesto en peligro a sus propios dueños.
El TALON SWORD es un robot es una gran ametralladora controlada en forma remota.
El problema en cuestión es el siguiente:
Inicialmente el año 2004 en la guerra de Afganistan se enviaron 162 robots de guerra, los que aumentaron a cerca de 5.000 robots desplegados el año 2007 en Iraq, planeando aumentar este año a 6.000 robots desplegados en terreno, lo que según los estadistas permitiría tener menos tropas en campaña. Hay que destacar que la gran mayoría de estos robots son de reconocimiento, búsqueda de minas antipersonales y anti bombas, siendo el número de robots bélicos propiamente tal mas bien escaso, pero en aumento
En cuanto a los TALO SWORD, son robots controlados por humanos en forma remota, diseñados para ataques tácticos contra blancos humanos. Numerosos reportes de casos de robots apuntando por su cuenta a blancos amigos cuando no tenían órdenes de hacerlo dieron el grito de alerta, suspendiendo probablemente de utilización a dichos robots tal vez por 10 años o más, lo que también pone en peligro a Gladiador, un robot-tanque que iba a entrar en campaña durante el año 2008.
Afortunadamente no se efectuaron disparos ni hubo heridos, pero el tema da para evaluar si será realmente seguro confiar en la programación de robots, y más aún en robots autónomos que puedan tomar desiciones por si mismos.
Hollywood nos ha dado mucho material que nos advierte del tema y no me gusta la idea de que el hombre invente máquinas de guera cada día más autónomas.