Un reciente estudio, del cual nos enteramos a través de Science News, derrumba la creencia popular de que la violencia es lo que vende videojuegos. En realidad, lo que buscan los videojugadores son las sensaciones de control sobre el destino (ya sea de un personaje o un mundo o lo que sea) y de competencia.
En el estudio que apareció en Personality and Social Psychology Bulletin, el psicólogo Richard Ryan de la Universidad de Rochester en New York, demostró a través de una serie de encuestas qué es lo que buscan los videojugadores. Se realizaron 2 encuestas a más de 2500 jugadores y los resultados señalaron que el videojugador quiere sentir el control y sentirse competente.
Mientras tanto, un segundo estudio, algo más pequeño, los investigadores dividieron en dos mitades un grupo de 36 hombres y 65 mujeres. Cada grupo jugó una versión diferente del juego Half Life 2. Un grupo fue instruido para que jugara tal y como se debe: matando y destruyendo todo a su paso. Mientras, al otro grupo se le pidió que no matara «monos», sino que los «marcara» y que cumpliera misiones evitando la violencia.
Una encuesta posterior a los dos grupos demostró que la satisfacción no disminuyó por el hecho de no ver sangre ni violencia en la pantalla.
En otro estudio, un grupo de videojugadores, cuya edad en promedio no superaba los 20 años y que declaraban jugar, en promedio, 7.5 horas a la semana, jugó dos versiones del videojuego House of the Dead III. Una versión estaba configurada con Alta Violencia (heridas realistas y sangre, mucha sangre) mientras que la otra versión del juego las heridas estaban cubiertas de una especie de moco verde fluorescente.
La correspondiente encuesta posterior demostró que la violencia (o la falta de ella) no afectaba la satisfacción del videojugador a la hora de jugar. El placer era el mismo.
Bruce Bartholow, un Psicólogo de la Universidad de Missouri en Columbia, corrobora que los sentimientos de competencia (sentirse competente) y autonomía son factores importantes para los diferentes aspectos de la felicidad. Y no ve nada raro en que lo mismo se aplique a los videojuegos.
En todo caso, el mismo Bartholow señala que dichos estudios no tomaron en cuenta el pasado de los videojugadores involucrados en los estudios, es decir, su exposición pasada a la violencia en los videojuegos.
En todo caso, y de acuerdo a lo que señalan los mismos investigadores, el tema de la violencia y los videojuegos sigue siendo un campo que necesita exploración. No todo está dicho.
¿Qué opinan ustedes?