El pasado año no fue nada bueno para el gigante Sony, el cual quedó marcado por dos eventos claros: el sistemático aplazamiento del lanzamiento de
Gran parte de la culpa del retraso de
Posteriormente, Kutaragi sorprendió a Stringer en una reunión de ejecutivos con el anuncio que
En relación a ese momento, Stringer comentó,
«No era financieramente uno de mis mejores momentos. Las implicancias en el presupuesto eran evidentes por sí mismas. Pero, yo acepté debido a que quería un lanzamiento exitoso.»
Junto a todo lo anterior, Kutaragi hizo sus mejores intentos para evitar la comunicación con algunos de los ejecutivos claves de otras divisiones de Sony. Por ejemplo, Kutaragi ideó una fiesta de lanzamiento para
n que actualmente provee los componentes para hacer que
«Ken Kutaragi, Director y CEO de Sony Computer Entertainment Inc.»
Luego de todos estos pasos en falso, y sobre todo por los relacionados con
Stringer indicó que las pocas ganas de su equipo ejecutivo japonés de reportarle los problemas, se hizo mucho más patente en relación al tema del llamado a retiro de las baterías. En vez de saber la noticia directamente de empleados de Sony, Stringer fue contactado para comentar esos problemas por Michael Dell, fundador de Dell Computer.
Stringer, en ese momento, cometió un crítico error al aliarse con su equipo de ejecutivos japoneses y decidió mantenerse callado en relación al problema. El objetivo era limitar la expansión del tema a la división de componentes de Sony. Sin embargo, la verdad del caso es que la falta de respuesta al retiro de baterías llevó a los clientes, y a la prensa, a atacar a Sony como un todo, lo cual no le hizo nada de bien a su reputación. La idea de Stringer, de paulatinamente hacer llamados de baterías de varios fabricantes de Notebooks, pareció más bien una especie de «tortura china».
Pese a todas las barreras que el Señor Stringer ha debido enfrentar, parte de la culpa también puede asociársele a él. Una de las grandes críticas contra su persona, fue la decisión de no vivir permanentemente en Japón. Incluso, el CEO de Sony posee hogares en Inglaterra y Nueva York.
De acuerdo a Tatsuya Mizuno, analista de Fitch Ratings,
«El Señor Stringer no posee un historial en relación al mundo japonés y él no está en el manejo administrativo diario japonés. El ADN de Sony está en la electrónica y la plana mayor administrativa necesita entender que pasa allí.»
Stringer acepta que la más mínima residencia en Japón hubiese ayudado mucho a promover las buenas relaciones al interior de su Compañía.
Según sus propias palabras,
«Yo debiese haber simulado mejor – Lo digo en serio. Debería haber puesto la bandera en el asta diciendo que aquí estaba mi residencia en Tokio – Yo estoy aquí! – incluso si es menos práctico que vivir donde vivo y mucho menos cómodo y amistoso.»