Por encargo de los cavernícolas de MadBoxPC y una vez por semana seré la encargada de bajarle la testosterona y darle un toque femenino, delicado y práctico a los post de software, hardware y bytes (que la verdad son cosas que yo no entiendo mucho, pero tengo que usar todos los días). Eso mientras tanto pienso cómo los puedo sorprender con el siguiente post.
La conexión USB es el equivalente a cuando era niña de esos aparatos que se conectaban al encendedor del auto y servían, por ejemplo, para calentar café en un día de picnic o sino conectar un refrigerador chiquitito que cabían un par de latas en los viajes largos o sino una linterna para cazar conejos en las vacaciones.
La evolución hizo lo mismo con la conexión USB y a mi cualquier gadget curioso con la mentada conexión me gusta mucho: tengo una de esas lamparitas que sirven para cuando uno anda de noche en avión y un calienta café. Sinceramente muero por tener uno de estos sushi-pendrives: que le dan mucho estilo a cualquier computador, además sirven para marcar la diferencia o sino cuantas veces no han agarrado el pendrive de un compañero de trabajo o de la universidad porque es idéntico al propio. Estos sushi-pendrives definitivamente la llevan por U$ 15 (CLP $8.100)