Apple, que alguna vez se perfilaba como empresa modelo dentro del mundo computín, está dejando bastante que desear últimamente con su depredador estilo de hacer negocios. El Sr. Jobs y compañía se han obsesionado con hundir a los smartphones y tablets de Samsung, debido a la particular razón de que Apple siente que su competencia está infringiendo algunas de sus patentes (recordemos que Apple ha registrado poquitas cosas últimamente) y dentro de 10 de éstas, se incluye la rídicula patente de «el cómo se ve y se siente» (…) una pantalla touch, patente registrada para el táctil iPad.
Samsung debe entonces realizar bastantes cambios (sino todos) estructurales en la Galaxy Tab 10.1, si es que quiere evitar infringir las patentes de Apple. Esto ha llegado a tal punto que se prohibió la venta y comercialización de la Galaxy 10.1 en Australia, y además se ordenó la destrucción del stock de éste.
Ante lo ocurrido, Samsung accedió a las órdenes de Apple y prometió sacar un modelo de la Galaxy 10.1 exclusivo para el país de los canguros en un futuro no muy lejano. Incluso Samsung debe mostrar a Apple, 3 modelos del tablet, 7 días antes de ponerla a la venta. Como se pueden dar cuenta, esto es bastante grave debido a que Apple prácticamente está diciendo a sus competidores qué es lo que deben vender, cuando y cómo.
El experto en propiedad intelectual Florian Mueller, ha dicho que a no ser que Apple ceda ante el tema de las patentes en la corte, Samsung definitivamente no podrá construir la Galaxy Tab 10.1.
Mueller agrega que las patentes de Apple abarcan tal espacio, que dominan los principios básicos de la tecnología multi-touch como por ej. el unlock y el scrolling. Florian Mueller también indica que gracias al sistema de patentes Estadounidense, algunas tecnologías simplemente no podrían llegar a ser implementadas, sin antes infringir otras patentes, como ocurre con la interfaz multi-touch, por ej.
Esto coloca a Apple en el trono de los dispositivos móviles. Gracias a esta fiebre de poder, Apple incluso puede seguir añadiendo más patentes que impidan totalmente la salida de la Galaxy 10.1 y además, atentar sobre la posible competencia entre Apple y otras marcas, que son las espectativas del Señor Jobs. Demás está decir que si esto eventualmente llegase a ocurrir, entonces Apple podrá dictaminar los precios a su antojo.