Como si manejar una grúa de 15 toneladas y pretender que las personas son peluches -a pesar de que si se te caen no sólo pierdes tus $100, sino que te vas preso-, el controlar la grúa con un WiiMote hace que la experiencia sea simplemente notable.
La gente de Transmin y su lema de «hechos para romper, no para romperse» gracias a un poco de ingenio y Python pudieron linkear el WiiMote a la interfaz a cargo de controlar la grúa, por lo que el factor de destrucción aumentó en un bollonésimo porciento. Será la Wii un experimento militar secreto de japón para entrenar a la gente en operación de maquinaria peligrosa?