Si has sido un entusiasta de los productos de refrigeración durante los últimos 10 años conocerás de sobra Zalman, el especialista en productos de refrigeración de alto desempeño que han sido por años galardonados en el mercado y por la prensa tecnológica en general.
Pese a lo anterior, los tiempos de bonanza aparentemente han llegado a su fin para Zalman, ya que el fabricante sur coreano de productos de refrigeración se ha declarado en bancarrota, lo que podría eventualmente significar el fin de una compañia que por años ha estado en el mercado. Así lo ha informado la compañía, aunque este problema financiero no ha sido debido a la propia Zalman, más bien obedece a un fraude financiero de su compañía matriz Moneual y que lógicamente repercute directamente en Zalman.
En efecto, según los detalles filtrados a la prensa, los ejecutivos de Moneual, la empresa matriz de Zalman, específicamente el CEO de Harold Park y el Vicepresidente Scott Park y Won Duck-Yeok aparentemente durante los últimos 5 años emitieron documentación financiera fraudulenta respecto a las ventas y exportaciones de Zalman, con estos números “inflados”, consiguieron prestamos por miles de millones de dólares a los bancos, los cuales lógicamente ahora no pueden pagar.
Según cifras estimativas los prestamos ascienden a los $ 2.890 millones de dólares, cifra que para el volumen de ventas de Zalman no se pueden cubrir.
Luego de darse a conocer esta información, la cual fue revelada a la prensa por un ex empleado de la empresa matriz Moneual, Zalman solicito la protección por bancarrota en un tribunal de Seúl en Corea. Mientras los tres altos ejecutivos y otros 13 ejecutivos involucrados en este fraude fueron arrestados acusados por fraude.
Por ahora es incierta la situación de Zalman, no sabemos qué ocurrirá con la empresa y cómo reaccionarán sus principales competidores en el mercado de los productos de refrigeración como CoolerMaster, Thermaltake entre otros, ya que Zalman cuenta con algunas tecnologías exclusivas en refrigeración y reducción de ruido y cuando una empresa va a bancarrota, el charco se llena de tiburones en busca de carroña.
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